La detención de dos sospechosos con pedidos de captura por homicidio y asociación ilícita, tras una serie de allanamientos en los barrios Ludueña y Empalme Graneros, marcó un nuevo avance en la investigación sobre las actividades delictivas atribuidas al denominado Clan Riquelme. El operativo, llevado a cabo este jueves en Rosario por la Policía de Investigaciones (PDI) y grupos tácticos, estuvo enfocado en la búsqueda de Juan Cruz G., de 20 años, y Rodrigo Raúl V., de 36, quienes serán trasladados a audiencia imputativa la próxima semana.
Juan Cruz G. está señalado como uno de los autores materiales del homicidio de Agustín Gabriel Rosales, un joven de 26 años que fue asesinado a balazos el 20 de marzo en la esquina de French y San Gerónimo.
Según la reconstrucción fiscal, Rosales había llegado en su moto Honda Wave 110 blanca a una vivienda y consultado por G. a un hombre que lo atendió en la puerta. Este ingresó a la casa para avisar, momento en el cual, siempre según los fiscales, el joven “dio la orden de causar la muerte de la víctima”.
Dos personas persiguieron a Rosales desde un auto y lo ejecutaron a balazos mientras intentaba escapar en su moto. Los vecinos alertaron al 911 tras escuchar las detonaciones, y la Policía encontró a la víctima inconsciente sobre las vías del ferrocarril, con múltiples impactos de arma de fuego.
Por este crimen, el 4 de abril fue imputado Nicolás Gramonte, de 28 años, allegado al narco Francisco Riquelme. Durante un allanamiento en su domicilio se incautaron más de 150 dosis de cocaína, municiones y dinero en efectivo. En la audiencia realizada en el Centro de Justicia Penal, los fiscales Patricio Saldutti y Georgina Pairola lo acusaron de instigar un homicidio agravado por el uso de arma, y la jueza Lorena Aronne dictó prisión preventiva por dos años.
En octubre, la investigación sumó un nuevo detenido: Yair Demarchi, de 20 años, arrestado al salir de una fiesta privada e imputado como coautor del ataque en un contexto ligado al narcomenudeo.
La pesquisa se intensificó ese mes, cuando el Ministerio Público de la Acusación encargó a la Brigada de Capturas de la PDI iniciar tareas específicas para dar con los prófugos, quienes mantenían una fuerte influencia territorial en Ludueña.
Los investigadores analizaron informes, registros telefónicos, movimientos en bases policiales y reconstruyeron el entramado familiar y social que podía estar respaldando su fuga. Con esos datos, se organizó un seguimiento que permitió determinar que ambos buscados permanecían en una zona reducida del barrio, lo que derivó en un procedimiento unificado para asegurar el factor sorpresa.
El jueves se concretaron ocho allanamientos simultáneos en domicilios de Cabal al 700 bis, Lucio V. López al 5.100 (ex 2.100), La República al 5.500 (ex 2.400, dos viviendas), Minetti al 5.600, y Solís al 200 bis y al 400 bis. En el operativo participaron las brigadas Nº 4, Automotores, Paraderos, Microtráfico e Inteligencia de la PDI, junto a grupos de irrupción de la Policía de Santa Fe.
Durante los procedimientos se secuestraron 786.000 pesos en efectivo, diez teléfonos celulares, 13 plantines de marihuana y un pendrive. Todos estos elementos fueron incorporados tanto a la causa por homicidio como al legajo por asociación ilícita.
Este crimen, que involucra a varios integrantes y allegados al Clan Riquelme, continúa sumando pruebas y detenciones, mientras los elementos secuestrados en los recientes allanamientos se integran a los expedientes judiciales por homicidio y asociación ilícita.

