José Antonio Kast se dirigió al país en la noche de este domingo en su primer discurso como presidente electo de Chile, luego de imponerse de manera contundente en el balotaje frente a la candidata comunista Jeannette Jara.
En su mensaje, el mandatario electo trazó los ejes centrales de lo que será su futura administración, convocó a la unidad nacional y afirmó que su gobierno priorizará la recuperación del orden, el respeto por la ley y un abordaje honesto de los problemas estructurales que atraviesa el país.
Kast inició su intervención con un agradecimiento a quienes lo acompañaron durante la campaña, destacando “el entusiasmo y el respeto a lo largo de todo este proceso democrático”. También remarcó el respaldo de su familia, a la que definió como su sostén fundamental.
“Quiero agradecerle a mi familia, a mis hijos y nietos, a mi familia extendida, a mis cuñados, hermanos y suegros, y especialmente a la mujer de mi vida, que me ha acompañado siempre”, expresó. En ese marco, pidió un mayor compromiso a su entorno y a todos los que apoyaron su proyecto político.
“Les pido ese sacrificio adicional para que nos sigan acompañando, porque en estos cuatro años vamos a hacer las cosas bien”, sostuvo.
Con un tono emotivo, Kast aseguró que el mandato surgido de las urnas “no es solo para mí, sino para todos nosotros”, y afirmó que millones de chilenos votaron con la esperanza de “volver a levantarse y vivir sin miedo”.

El líder del Partido Republicano insistió en la necesidad de fortalecer el Estado de derecho, darle prioridad a la seguridad y abrir canales de diálogo frente a las diferencias políticas. Reivindicó el triunfo como el de “ese Chile que trabaja, que madruga, que cumple con esfuerzo sus obligaciones y que solo quiere vivir tranquilo”.
En ese sentido, señaló que durante mucho tiempo “las personas se sentían solas, que no las escuchaban ni las defendían”, y prometió un Estado más cercano y responsable con todos los ciudadanos.
El presidente electo remarcó que el restablecimiento del respeto a la ley será total. “Vamos a restablecer la ley en todas las regiones, sin privilegios ni excepciones. Los que merecen atención son los ciudadanos, no quienes detentan poder”, afirmó. Además, agradeció a quienes se sumaron en la segunda vuelta y a quienes, habiendo votado otras opciones, decidieron respaldar “el camino del cambio”.
“Aquí no ganó una persona ni un partido: ganó Chile y la esperanza de vivir sin miedo”, enfatizó.
Kast también convocó a construir una cultura de trabajo conjunto y subrayó la importancia del respeto, incluso hacia sus adversarios políticos, entre ellos Jeannette Jara. “Tenemos profundas diferencias, pero el respeto marcará nuestro gobierno. Nadie debe ser agredido por pensar distinto”, dijo, al reconocer el esfuerzo de la oposición durante la campaña.

Más adelante, el mandatario electo volvió a detallar los principales desafíos que enfrentará su gestión, reiteró el llamado a la unidad nacional y aseguró que su gobierno se enfocará en recuperar el orden y garantizar el cumplimiento de la ley.
Advirtió sobre la gravedad de los problemas del país y sostuvo que “Chile tiene un tremendo drama en salud”, por lo que consideró indispensable enfrentar las dificultades con diálogo y autocrítica, tanto desde el gobierno como desde la oposición y los medios de comunicación.
En ese marco, alentó la crítica honesta y el debate público como herramientas necesarias para el progreso. “No hay que temer a la crítica cuando se trata de construir y mejorar”, afirmó. También reiteró su disposición a buscar acuerdos en temas como cárceles, salud y educación, y subrayó que “necesitamos a todos” para sacar al país adelante.
Kast advirtió que no existen soluciones inmediatas para los desafíos que enfrenta Chile y anticipó que el primer año de gobierno será especialmente complejo debido a la situación de las finanzas públicas y los problemas de inseguridad.

“Nuestro objetivo tiene que ser Chile, siempre Chile primero”, afirmó, y prometió trabajo, carácter, orden y convicción.
En materia migratoria, fue categórico: “El que no cumpla la ley se tiene que ir. Y si un amigo extranjero que reside legalmente infringe la ley, también se tiene que ir”. A la vez, agradeció a quienes aportan al país y remarcó la necesidad de ser firmes frente a la delincuencia y el crimen organizado.
En el cierre de su discurso, el presidente electo llamó a recuperar los valores republicanos y la paz social. “Sin paz no hay democracia, y sin democracia no hay libertad. Chile volverá a ser libre”, expresó.
Finalmente, pidió compromiso y renunciamientos personales para alcanzar el cambio prometido y reafirmó que su gobierno será “para todos los chilenos”.

