El hecho fue considerado sospechoso desde el primer momento. Todo comenzó cuando efectivos de Gendarmería Nacional intentaron detener una camioneta para un control de rutina en una ruta de la provincia de Santiago del Estero. Lejos de acatar la orden, el conductor aceleró para huir, embistió a un gendarme y se dio a la fuga. Horas más tarde, el hombre fue capturado en Chaco y se confirmó el motivo de su escape: transportaba más de 90 kilos de cocaína ocultos en bloques de cemento.
El episodio ocurrió durante la mañana del viernes, aunque recién trascendió públicamente este domingo. Se desarrolló sobre la Ruta Nacional 16, a la altura de la ciudad de Monte Quemado, cuando personal de la sección local de Gendarmería realizaba controles vehiculares. En ese contexto, una pick up llamó la atención de los uniformados, quienes intentaron inspeccionarla. El conductor no solo se negó a detenerse, sino que aceleró bruscamente, golpeó a un agente y emprendió la huida.
Tras el ataque y la fuga, se activó un operativo de seguimiento dinámico en el marco del denominado “Plan Paraná”, un esquema que articula el trabajo de fuerzas federales con policías provinciales de la región. Además, tomó intervención el Juzgado Federal N.º 2 de Santiago del Estero, que dispuso las primeras medidas judiciales.
Durante la tarde de ese mismo día, el vehículo fue localizado e interceptado en el casco urbano de la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, en la provincia del Chaco. Más precisamente, la camioneta fue hallada en la calle 12, entre 13 y 15, del barrio Ensanche Sur, donde finalmente se logró detener al sospechoso.
“En coordinación con efectivos de la Policía del Chaco se procedió a la detención del conductor por el presunto delito de atentado y resistencia a la autoridad”, informaron fuentes de Gendarmería Nacional.
Por orden judicial, tanto el vehículo como el implicado —identificado como Hugo Alejandro K., de 30 años y domiciliado en Posadas, Misiones— fueron trasladados a las instalaciones del Escuadrón 1 “Roque Sáenz Peña” para continuar con las actuaciones de rigor.
Durante la requisa, el can detector de narcóticos “Elena” marcó de manera insistente la parte trasera de la camioneta, lo que alertó a los efectivos sobre la posible presencia de una carga ilegal. Al revisar la caja del rodado, los gendarmes observaron que transportaba mesas y bancos confeccionados con bloques de cemento.
Uno de esos bloques, aparentemente dañado por el movimiento del vehículo durante la fuga, presentaba una rotura lateral que dejó al descubierto un envoltorio de nylon transparente en su interior. Ante esa situación, se procedió a romper el resto de los bloques.
Como resultado, se hallaron 86 paquetes rectangulares que contenían una sustancia blanquecina. Las pruebas de narcotest realizadas por personal de Criminalísticas y Estudios Forenses de Gendarmería confirmaron que se trataba de cocaína. Al finalizar el pesaje, se determinó que la carga total ascendía a 90,128 kilos de la droga, que quedó inmediatamente secuestrada a disposición de la Justicia Federal.

