El gobierno chino defendió este lunes que la cooperación bilateral es el único camino posible en la relación con Estados Unidos, después de que Washington divulgara su Estrategia de Seguridad Nacional 2025, donde la protección del estrecho de Taiwán aparece como eje central.
Durante una conferencia de prensa, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Guo Jiakun, sostuvo que China “siempre ha considerado que la cooperación favorece a ambos, mientras que la confrontación perjudica por igual”, y destacó que el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y los beneficios compartidos deben guiar el vínculo entre ambas potencias. Según indicó, Beijing está dispuesta a mantener un desarrollo estable de la relación, aunque dejó claro que defenderá “de manera firme” su soberanía, seguridad y desarrollo.
Guo pidió a Washington avanzar en esa misma dirección, cumplir los acuerdos alcanzados por los líderes de ambos países y gestionar las diferencias con responsabilidad para contribuir a la estabilidad internacional. Además, reiteró que Taiwán es una “parte inalienable” del territorio chino y que este asunto representa “la primera línea roja que no puede cruzarse” en las relaciones bilaterales. En ese sentido, exigió a Estados Unidos que ponga fin al apoyo a lo que calificó como fuerzas “separatistas” en la isla.
La respuesta china llegó tras la presentación de la Estrategia de Seguridad Nacional 2025, publicada el viernes por la Casa Blanca, donde Washington definió como prioridad absoluta evitar un conflicto en el estrecho de Taiwán. El documento enfatiza que mantener la superioridad militar es clave para disuadir cualquier agresión, al afirmar que un ataque a la isla debe suponer “un costo demasiado alto” para cualquier actor hostil.
La estrategia también reafirma la tradicional postura estadounidense de rechazar cambios unilaterales al “statu quo” en el Indo-Pacífico, y destaca que la combinación entre preparación militar, diplomacia estratégica y respaldo a aliados resulta fundamental para preservar la estabilidad regional. Asimismo, coloca la competencia con China como uno de los pilares de la política exterior estadounidense e impulsa el fortalecimiento de alianzas y la preparación para contingencias que refuercen la capacidad de disuasión.
Desde hace más de setenta años, Estados Unidos ha suministrado armamento a Taipéi y mantiene abierta —pese a la ausencia de relaciones diplomáticas formales— la opción de intervenir en defensa de la isla en caso de una escalada con Beijing. China, por su parte, considera a Taiwán parte indivisible de su territorio y no descarta recurrir a la fuerza para lograr su reunificación, una posición rechazada por el gobierno taiwanés, que sostiene que el futuro de la isla debe ser decidido exclusivamente por sus 23 millones de habitantes.

