Este viernes 4 de julio, la Justicia de Salta dictó una nueva y dura condena contra Leonardo Cositorto, el fundador de Generación Zoe, al sentenciarlo a 11 años de prisión por los delitos de asociación ilícita y estafas reiteradas. Es la segunda condena en su contra, luego de un fallo previo en Corrientes.
La causa, que conmovió a cientos de salteños, incluyó 118 hechos de estafa y un perjuicio económico superior a los 776 millones de pesos, según la fiscalía. El esquema, según la acusación, funcionó con una estructura piramidal y roles definidos, captando dinero mediante falsas promesas de inversión, coaching y formación financiera.
El juicio tuvo su momento más tenso durante las últimas palabras del acusado. Cositorto, detenido desde abril de 2022, hizo un extenso y desafiante descargo frente al tribunal. “Hoy cumplo 39 meses preso. No hay pruebas, sólo conjeturas y afirmaciones falsas”, expresó. Negó haber liderado una asociación ilícita, aseguró que no hubo fraude y denunció un supuesto complot judicial y financiero en su contra.
“La sentencia está firmada”, afirmó con frustración, y apuntó directamente contra la fiscal Ana Inés Salinas Odorisio, a quien acusó de difamarlo. También se quejó por las condiciones de detención: “Estoy aislado, no me dan ni una manta, y no me permiten hablar con la prensa”.
El tono de su intervención fue combativo y, por momentos, místico: “Apelo a la constitución del cielo, donde todos somos iguales ante el rey justo y verdadero”, dijo citando un proverbio bíblico.
Sin embargo, el tribunal no dio lugar a sus argumentos y también condenó a tres miembros locales de la organización:
- Ricardo Gabriel Isaac Vilardel, a 7 años de prisión
- Jorge Federico Vilardel, a 5 años
- Ana Lucía de los Ángeles Vilardel, a 3 años
Todos fueron hallados culpables por asociación ilícita y estafas en modalidad continuada.
Durante los alegatos finales, la fiscal había solicitado 14 años de prisión para Cositorto y penas de entre 3 y 8 años para los otros imputados, además de prisión preventiva hasta que las sentencias queden firmes.
Generación Zoe operó en varias provincias del país —incluyendo Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y Salta—, y se consolidó como uno de los fraudes económicos más resonantes de los últimos años, con cientos de damnificados y múltiples causas penales abiertas.