La situación judicial del ex presidente boliviano Evo Morales se volvió a complicar este viernes tras una nueva resolución que reestablece la orden de captura en su contra por un caso de presunta trata agravada de personas. Un juez del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz suspendió provisoriamente una decisión anterior que había anulado la aprehensión y trasladado la causa a la ciudad de Cochabamba, epicentro político y sindical del ex mandatario.
El fallo, atribuido al juez Franz Zabaleta y difundido por medios locales, dispone “como medida cautelar” frenar temporalmente la ejecución de toda resolución adoptada anteriormente, hasta tanto se resuelva la queja presentada. Esta decisión contradice un fallo previo de la jueza Lilian Moreno, del departamento de Santa Cruz, que había otorgado a Morales una “libertad irrestricta” y ordenado el cambio de jurisdicción del caso.
Desde el entorno de Morales, el abogado Wilfredo Chávez calificó el nuevo dictamen como “sin valor legal” y denunció una supuesta presión política detrás de la medida. Según su interpretación, no puede dictarse una acción de libertad sobre otra, y advirtió sobre el riesgo de un “caos jurídico” si se desestima el fallo anterior.
En tanto, el abogado Nelson Cox reiteró que la causa ya había sido cerrada en 2020 y reabierta posteriormente con una nueva calificación penal, lo que para la defensa invalida los actuales procedimientos. También sostuvo que la resolución de Santa Cruz no podía ser apelada, por lo que debía mantenerse el traslado a Cochabamba.
La investigación contra Morales se originó en octubre de 2024, cuando la fiscal de Tarija Sandra Gutiérrez emitió una orden de captura en su contra por la supuesta relación con una menor de edad durante su presidencia. A comienzos de 2025, Morales fue declarado en rebeldía tras ausentarse a dos audiencias consecutivas alegando problemas de salud. Desde entonces, pesan sobre él medidas cautelares como la prohibición de salida del país, la inmovilización de bienes y el congelamiento de cuentas bancarias.
Como reacción, sus seguidores mantuvieron bloqueos de rutas durante 24 días para impedir su detención, mientras Morales se mantiene en el Trópico de Cochabamba, su principal enclave de respaldo político.
Pese a las restricciones judiciales, Morales ratificó su intención de presentarse como candidato en las elecciones presidenciales del próximo 17 de agosto. Junto a sus seguidores, prevé marchar hacia La Paz el 16 de mayo para formalizar su postulación, aunque aún no ha anunciado con qué partido se presentará, tras haber sido desplazado de la conducción del Movimiento al Socialismo (MAS), espacio que fundó y lideró por casi tres décadas.
La tensión interna en el oficialismo se acentuó esta semana luego de que el actual presidente, Luis Arce, fuera proclamado como candidato del MAS para los comicios, lo que confirma la fractura dentro del movimiento que llevó a Morales al poder.