Estados Unidos anunció un refuerzo de sus restricciones migratorias a través del Departamento de Estado como respuesta directa al incremento de ataques contra cristianos en Nigeria y otras regiones, atribuidos a grupos extremistas.
Marco Rubio, secretario de Estado, confirmó que la administración estadounidense activará una disposición contemplada en la Sección 212(a)(3)(C) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad. Esta normativa permitirá limitar la entrega de visas a personas que hayan tenido participación en abusos contra la libertad religiosa.
Según precisó Rubio, la medida se dirigirá a “quienes hayan dirigido, autorizado, brindado apoyo significativo, participado o ejecutado violaciones de la libertad religiosa y, cuando corresponda, a sus familiares directos”, de acuerdo con un comunicado difundido por el Departamento de Estado.
La decisión surge como respuesta a los asesinatos y ataques masivos que sufren las comunidades cristianas, atribuidos a “terroristas islámicos radicales, milicias étnicas fulani y otros actores violentos en Nigeria y más allá”, señaló Rubio.
El funcionario remarcó el compromiso del gobierno de Donald Trump en la defensa global de la libertad religiosa y recordó un mensaje del presidente: “Estados Unidos no puede permanecer indiferente mientras estas atrocidades ocurren en Nigeria y numerosos países más”.
Rubio subrayó que la política migratoria ampliada no se limitará al caso nigeriano, sino que alcanzará a cualquier individuo o autoridad responsable de violaciones de este derecho fundamental.
La iniciativa, orientada a enfrentar la impunidad de quienes perpetran estos crímenes, busca además enviar un mensaje claro ante la escalada de agresiones contra comunidades cristianas en la región.
“El alcance de esta política incluirá a Nigeria y a cualquier otro gobierno o individuo comprometido en violaciones a la libertad religiosa”, reiteró el secretario de Estado.
En paralelo, el presidente de Nigeria, Bola Ahmed Tinubu, aprobó la puesta en marcha del segmento nigeriano del Grupo de Trabajo Conjunto con Estados Unidos, un espacio de cooperación bilateral destinado a reforzar la respuesta a los crecientes desafíos de seguridad.
La Presidencia nigeriana informó a través de la red social X que este grupo forma parte de los acuerdos alcanzados durante una misión oficial de alto nivel en Washington, donde ambos gobiernos se comprometieron a estrechar su colaboración en materia de seguridad.
El encuentro bilateral se concretó después de que el presidente Donald Trump acusara al gobierno de Nigeria de ser “cómplice” de “asesinatos selectivos de cristianos” y advirtiera sobre la posibilidad de una intervención militar.
Tras la visita, el gobierno nigeriano señaló que Washington manifestó su disposición a ampliar la cooperación en inteligencia, acelerar los pedidos de equipamiento militar y evaluar el envío de material excedente para fortalecer las capacidades defensivas del país africano.
El equipo nigeriano del grupo conjunto estará liderado por el asesor de seguridad nacional, Mallam Nuhu Ribadu, e integrado por funcionarios de organismos clave, según confirmó la Presidencia.
Nigeria enfrenta desde 2009 los ataques del grupo yihadista Boko Haram, que se intensificaron tras la aparición del Estado Islámico de la Provincia de África Occidental (ISWAP) en 2016.
A esto se suma la actividad de bandas criminales conocidas como “bandidos”, responsables de asaltos y secuestros en zonas rurales de los estados del centro y noroeste. En numerosos casos, estas bandas son catalogadas como “terroristas” por las autoridades.
En las últimas semanas, la violencia volvió a escalar con secuestros masivos como el de 303 estudiantes y 12 docentes en una escuela del estado de Níger; el rapto de 38 feligreses en Kwara, quienes fueron liberados recientemente; y el secuestro de 24 niñas en un internado de Kebbi, también recuperadas con vida.

