Al menos 11 personas murieron y otras 29 resultaron heridas tras un ataque a tiros perpetrado por al menos dos hombres durante una celebración del comienzo de la festividad judía de Janucá en Bondi Beach, en el extremo norte de la playa, uno de los balnearios más populares de Sídney. Según confirmaron las autoridades, uno de los agresores fue abatido durante la respuesta policial, mientras que el otro quedó detenido.
El balance inicial de víctimas fue confirmado por las fuerzas de seguridad, luego de que la Policía del estado de Nueva Gales del Sur informara en una primera instancia sobre el incidente ocurrido el sábado por la noche. Con el correr de las horas, el hecho fue oficialmente declarado como un ataque terrorista.
“Como resultado de las circunstancias del incidente de esta noche a las 21:36, declaré que fue un incidente terrorista”, afirmó en una conferencia de prensa el comisario de la Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon. Las autoridades indicaron además que continuaban trabajando en el lugar y que se brindaría más información a medida que avanzara la investigación.
Poco después del ataque, la Policía anunció que al menos dos hombres habían sido detenidos, confirmando posteriormente que uno de ellos había muerto tras ser alcanzado por disparos durante el operativo de seguridad.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, emitió un comunicado en el que expresó su pesar por las “escenas impactantes y angustiosas” que llegaban desde Bondi Beach y confirmó la existencia de múltiples heridos. “La Policía y los servicios de emergencia están trabajando sobre el terreno para salvar vidas. Mis condolencias están con cada persona afectada”, señaló, al tiempo que aseguró que el Gobierno nacional estaba colaborando con las autoridades locales.
Desde el servicio de ambulancias de Nueva Gales del Sur, un portavoz indicó a la agencia AFP que varias personas fueron atendidas en el lugar y que al menos ocho heridos fueron trasladados a distintos hospitales de Sídney.
Imágenes difundidas en redes sociales mostraron a lo que parecían ser dos tiradores vestidos de negro, además de escenas de pánico en la playa, con personas huyendo del lugar y víctimas tendidas en el suelo mientras eran asistidas por paramédicos. Testigos relataron que algunas personas presentaban heridas visibles y manchas de sangre, aunque ese extremo no fue confirmado oficialmente.
“Oímos los disparos. Fue impactante, pareció que duraron unos diez minutos de bang, bang, bang. Parecía un arma muy potente”, contó Camilo Díaz, un estudiante chileno de 25 años, presente en el lugar.
Según el Sydney Morning Herald, uno de los presuntos atacantes fue abatido por la Policía, mientras que el segundo quedó bajo custodia. Una residente de la zona relató a la cadena pública ABC que se encontraba cenando en un restaurante cercano cuando escuchó lo que inicialmente creyó que eran fuegos artificiales, hasta que vio a la gente correr por la playa en medio del caos. De acuerdo con su testimonio, los disparos provenían de las inmediaciones del histórico Pabellón de Bondi y se extendieron durante un largo período.
La zona permaneció acordonada durante horas mientras las autoridades continuaban con las pericias y reiteraban el pedido a la población de mantenerse alejada del sector.
El ataque generó una inmediata condena internacional. Si bien las autoridades australianas no vincularon de forma directa el hecho con el evento religioso, el presidente de Israel, Isaac Herzog, denunció un “vil ataque terrorista contra judíos que estaban encendiendo las primeras velas de Janucá en la playa de Bondi”. En un comunicado oficial, expresó su solidaridad con las víctimas y pidió por la recuperación de los heridos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, responsabilizó al Gobierno australiano por contribuir al aumento del antisemitismo y recordó una carta enviada meses atrás a Albanese tras el anuncio de Canberra sobre el reconocimiento del Estado palestino. “El antisemitismo es un cáncer que se propaga cuando los líderes no actúan”, sostuvo.
También se pronunciaron líderes europeos como la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola; el canciller alemán Friedrich Merz, y el presidente francés Emmanuel Macron, quienes expresaron su consternación y enviaron condolencias a las víctimas, reafirmando su rechazo al antisemitismo.
Bondi Beach, ubicada en el este de Sídney, es la playa más famosa de Australia y suele congregar a miles de turistas, surfistas y bañistas, especialmente durante los fines de semana, lo que amplificó el impacto y la conmoción generada por el ataque.

