El número de muertos por las devastadoras inundaciones que afectan al estado de Texas, en Estados Unidos, ya asciende a 68, según confirmaron este domingo las autoridades locales. La zona más golpeada es el condado de Kerr, donde 59 personas, entre ellas 21 niños, perdieron la vida a raíz del violento desborde del río Guadalupe, que arrasó gran parte de la región conocida como Texas Hill Country.
El nuevo balance fue brindado por el sheriff del condado, Larry Leitha, quien informó que aún quedan por identificar a 18 adultos y cuatro niños. Por su parte, el gobernador adjunto del estado, Dan Patrick, advirtió que el número de víctimas podría seguir creciendo con el correr de las horas.
Patrick señaló que todavía no hay certezas sobre cuántas personas permanecen desaparecidas, ya que muchas de ellas eran turistas que visitaban la región durante el fin de semana largo por la celebración del 4 de julio, Día de la Independencia en Estados Unidos. “Han llegado miles de personas con una tienda de campaña, una caravana o una casita alquilada a orillas del río. No sabemos quiénes son”, explicó el funcionario en declaraciones a la cadena NBC.
La falta de datos precisos sobre los desaparecidos dificulta el trabajo de las autoridades, que mantienen intensos operativos de búsqueda. En paralelo, se confirmaron otras víctimas en distintas zonas del estado: tres personas murieron en el condado de Burnet, según reportó el coordinador de emergencias local, Derek Marchio; cuatro fallecieron en Travis; una en Kendall; y otra más en Tom Green.
Los equipos de rescate continúan desplegados en toda la región afectada, con operativos aéreos, fluviales y terrestres. Entre los casos más sensibles, se encuentra la desaparición de varias niñas que participaban en un campamento cristiano al momento de la crecida del río. El jefe de Gestión de Emergencias de Texas, Nim Kidd, aseguró que se están rastreando todas las zonas ribereñas y que se han rescatado a cientos de personas, aunque al menos 27 menores siguen sin ser ubicados.
A pesar de los esfuerzos, las condiciones climáticas siguen siendo adversas. El servicio meteorológico del estado emitió nuevas alertas por lluvias intensas, lo que aumenta el riesgo de más inundaciones repentinas y complica las tareas de rescate y asistencia. Las autoridades han asegurado que no cesarán los operativos “hasta encontrar a todos los desaparecidos”.