Mark Carney, el exgobernador del Banco de Inglaterra y de Canadá, se convirtió oficialmente en el nuevo primer ministro canadiense tras liderar al Partido Liberal hacia una inesperada victoria electoral este lunes. El contexto internacional, especialmente las amenazas de Donald Trump sobre una posible anexión y la guerra comercial desatada con Estados Unidos, jugaron un rol decisivo.
La llegada de Carney al poder se da luego de la renuncia de Justin Trudeau en enero de este año. Aunque asumió el cargo de forma interina en marzo, su triunfo en las urnas legitima ahora su liderazgo.
La victoria liberal parecía improbable meses atrás, cuando el conservador Pierre Poilievre lideraba cómodamente las encuestas. Sin embargo, el llamado “efecto Trump” —la creciente tensión bilateral y la imposición de aranceles a productos canadienses— despertó una reacción ciudadana que viró la intención de voto hacia los liberales.
Durante la campaña, Carney se presentó como el candidato más capacitado para enfrentar la crisis, gracias a su experiencia manejando economías en situaciones críticas como la gran recesión de 2008 y el Brexit. “Canadá nunca formará parte de Estados Unidos de ninguna forma”, declaró con firmeza en su primer discurso, en respuesta a los dichos de Trump que sugieren convertir a Canadá en el “estado 51”.
Carney, de 60 años, es el primer primer ministro canadiense que no ha sido legislador ni ocupó cargos públicos antes. Su historial como economista de renombre —con pasos por Harvard, Oxford, el Banco de Canadá y Goldman Sachs— ha sido su mayor fortaleza, aunque también objeto de críticas por parte de sus oponentes.
En su agenda figuran medidas para fortalecer la independencia económica de Canadá, acelerar proyectos energéticos, reducir la inmigración para proteger servicios públicos y eliminar el polémico impuesto al carbono impuesto por el anterior gobierno.
El nuevo líder liberal ahora enfrenta el reto de sostener el crecimiento económico de Canadá en medio de una relación bilateral con EE.UU. que está en su punto más tenso en décadas.