La opositora venezolana y reciente Premio Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado, afirmó este jueves que Venezuela “ya ha sido invadida” por agentes rusos e iraníes, así como por facciones de Hezbollah, Hamás y diversos carteles criminales que actúan en connivencia con el “régimen” de Nicolás Maduro. Según advirtió, esa estructura consolidada de actores ilícitos alimenta un sistema de represión “muy poderoso” que solo podrá debilitarse si se corta el financiamiento que lo sostiene.
La dirigente, que horas antes había saludado a sus seguidores desde un balcón en Oslo tras salir de la clandestinidad, planteó que la percepción tradicional de una amenaza externa quedó desplazada por la certeza de que la verdadera incursión ya ocurrió desde dentro del país. Describió un escenario en el que el control territorial y social se encuentra fragmentado entre agentes extranjeros y organizaciones criminales.
En su primera aparición pública en Oslo después de más de un año oculta, Machado subrayó: “Venezuela ya ha sido invadida. Tenemos agentes rusos, agentes iraníes. Tenemos grupos terroristas como Hezbolá y Hamás que operan libremente en sintonía con el régimen”. A eso sumó la presencia de guerrillas colombianas y carteles de la droga que, según dijo, dominan el 60% del territorio y están involucrados no solo en narcotráfico, sino también en trata de personas y explotación sexual. Ese entramado delictivo, advirtió, ha convertido al país en “el centro del crimen en América”.

La líder opositora detalló que el régimen se sostiene gracias a un aparato represivo robusto y financiado por actividades ilícitas. “¿De dónde provienen esos fondos? Del narcotráfico, del mercado negro del petróleo, del tráfico de armas y de la trata de personas”, enumeró. Para revertir esta situación, su propuesta es clara: “Necesitamos cortar esos flujos. Una vez que eso ocurra y la represión se debilite, se acabó. Porque eso es lo único que le queda al régimen: violencia y terror”.
Durante una conferencia de prensa en Oslo junto al primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, la Nobel de la Paz pidió a la comunidad internacional actuar frente a la red de apoyos que mantiene a Maduro en el poder. “Los demás regímenes que lo respaldan son muy activos y han convertido a Venezuela en un refugio seguro para sus operaciones en Latinoamérica”, alertó.
Machado expresó su esperanza en que Venezuela pueda recuperar su libertad y reencontrarse con los millones de ciudadanos que debieron exiliarse. Agradeció especialmente la ayuda de quienes “arriesgaron sus vidas” para facilitar su salida de la clandestinidad: “Algún día podré contarlo… no quiero ponerlos en riesgo ahora”, afirmó.

La dirigente aprovechó la ocasión para dirigirse al pueblo noruego, europeo y venezolano, asegurando que tiene plena convicción de que el país volverá a ser un “faro de esperanza” y una democracia vibrante. “Daremos la bienvenida no solo a los venezolanos que se han visto obligados a huir, sino a ciudadanos de todo el mundo que encontrarán refugio, como Venezuela solía ser hace décadas”, afirmó.
Machado vinculó la paz y la democracia como pilares inseparables: “Para tener paz, se requiere democracia. Pero no se puede tener democracia sin libertad. Y la libertad es una decisión individual”. Explicó que la suma de esas decisiones personales construye la fuerza necesaria para defender ese derecho fundamental. “Ese coraje proviene de lo que uno ama. Cuando sientes que esas cosas están en peligro, el coraje aumenta”.
Desde Oslo, la Nobel destacó que su generación ha desarrollado una determinación única por recuperar la dignidad y la justicia en Venezuela. También reconoció la inspiración que representan las instituciones noruegas. “Hemos utilizado a Noruega como ejemplo durante estas décadas. Convertiremos a Venezuela en un centro energético, tecnológico y democrático de las Américas. Los recibiremos en un país brillante, democrático y libre. Y será pronto”, concluyó.

