Con el Superclásico en el horizonte, las palabras de Agustín Marchesín no han dejado indiferente a nadie. El arquero de River Plate se manifestó con fuerza en defensa de la grandeza del club, inyectando al clásico una dosis extra de pasión y seguridad de cara al encuentro.
En declaraciones que ya resuenan en redes y medios, Marchesín dijo:
“Somos el equipo más grande de la Argentina. Tenemos que ganar siempre en la cancha que sea. Es una final más. Vamos a buscar los tres puntos. Es el clásico que más esperé porque soy hincha del club y lo vivo de manera muy especial”.
Con estas palabras, el arquero no solo reafirma la identidad y el temple de River, sino que también destaca el vínculo inquebrantable que une a cada hincha con el club, haciendo del Superclásico una cita imprescindible y cargada de significado.
Además, el defensor de la identidad riverplatense aprovechó para dar su opinión sobre una baja importante en el plantel. Referente a Edi Cavani, comentó:
“Edi Cavani es un jugador de muchísima jerarquía, superior a todos en el Fútbol Argentino, es una baja importante, pero tenemos un plantel con mucha jerarquía y preparados para la ocasión para lo que el DT pueda necesitar”.
Aunque reconoce la calidad del jugador ausente, Marchesín subrayó que la fortaleza de River no depende de un solo nombre, sino de un conjunto sólido y preparado para enfrentar cualquier desafío, especialmente en un partido que se vive como una final.
Esta chicana, cargada de orgullo y convicción, ya pone a flor de piel las expectativas en un enfrentamiento que siempre es fuente de emoción y rivalidad. Mientras la hinchada riverplatense se calienta de antemano, las palabras del arquero confirman que para el equipo, cada clásico es un paso más hacia la victoria y la consolidación de su identidad como el más grande del país.
Con el Superclásico a la vuelta de la esquina, la atmósfera se llena de euforia y desafío, y las declaraciones de Marchesín se suman al folklore y la historia de un partido que trasciende el deporte para convertirse en un verdadero ritual de pasión y orgullo bonaerense.








