La Confederación General del Trabajo (CGT) realizó este jueves una multitudinaria marcha en Plaza de Mayo en rechazo a la reforma laboral impulsada por el gobierno de Javier Milei. Durante la movilización, los dirigentes sindicales cuestionaron con dureza la iniciativa oficial y advirtieron que, de no haber respuestas, avanzarán con un plan de lucha que culminará en un paro nacional.
El cosecretario general de la CGT, Octavio Arguello, afirmó que la central obrera le dice “rotundamente no” a una reforma laboral a la que calificó como “entreguista”. En ese marco, y frente a la concentración en Plaza de Mayo, lanzó una advertencia directa a los senadores: “Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se los vamos a demandar”.
Arguello rechazó el argumento de que la quita de derechos genere más empleo y sostuvo que “es mentira que se dé más trabajo quitándole derechos a los trabajadores y aumentando cada vez más las horas laborales”. Además, llamó a “ganar la calle” y a “pelear por los derechos de los trabajadores y sus familias”.
En la misma línea, el dirigente advirtió que, si el Gobierno no brinda respuestas, la CGT avanzará con un plan de lucha que podría finalizar en un “paro nacional”, anuncio que fue recibido con una ovación por parte de los manifestantes.
Por su parte, el cosecretario Cristian Jerónimo remarcó que la central obrera se opone a la reforma laboral “porque no genera nada a favor del mundo del trabajo”. Según explicó, el proyecto “está redactado de forma maliciosa a favor de las grandes corporaciones y empresas” y no beneficia a las pymes. “La CGT no va a dar ni un paso atrás, así lo marca nuestra historia”, enfatizó.
A su turno, el cosecretario general Jorge Sola señaló que el proyecto de reforma laboral tiene “más de 50 años” y recordó que ya había sido impulsado durante la dictadura militar en los años ’70, retomado en los ’90 y que terminó “en 2001”. “No queremos menos derechos: queremos más trabajo, más dignidad y más salarios”, definió.
Sola también cuestionó el fondo de despidos laborales, al que consideró diseñado para que “despedir sea más fácil”, y denunció que la reforma busca “limitar el poder gremial”, en referencia a la normativa vinculada al derecho a la protesta sindical. Asimismo, criticó al Gobierno por “atacar con el proyecto de Presupuesto a la Discapacidad, la ley de emergencia pediátrica, el sostenimiento del Hospital Garrahan y la educación”.
En otro tramo de su discurso, el dirigente sostuvo que “para que haya trabajadores en negro primero hay una economía en negro” y acusó al Gobierno de profundizar la pobreza en la Argentina. “Este es el principio de un plan de lucha. Si siguen sin escucharnos, se encontrarán con la profundización de este plan: terminaremos con un paro en todo el país”, insistió.
Desde la organización sindical destacaron que el Consejo Directivo participó “a pleno” de la movilización, sin ausencias en la conducción.
Tras el acto, se registraron corridas e incidentes en las inmediaciones de Plaza de Mayo, donde manifestantes y efectivos policiales protagonizaron empujones luego de que las fuerzas de seguridad intentaran garantizar el cumplimiento del protocolo antipiquetes.
De la movilización participaron referentes del peronismo como el gobernador bonaerense Axel Kicillof; los senadores José Mayans y Jorge Capitanich; el diputado Juan Grabois; y dirigentes sindicales como Hugo Moyano (Camioneros), Héctor Daer (Sanidad) y Andrés Rodríguez (UPCN), entre otros, además de las Madres de Plaza de Mayo.
También se sumaron a la convocatoria otras organizaciones de trabajadores, como las dos vertientes de la CTA, la UTEP y agrupaciones de izquierda, entre ellas la Corriente Clasista y Combativa (CCC).

