En un clima de profundo recogimiento, la ciudad de La Plata rindió homenaje al papa Francisco, fallecido en horas de la madrugada, con una misa presidida por el arzobispo Gustavo Carrara en la catedral de la Inmaculada Concepción. La ceremonia contó con la presencia del intendente Julio Alak y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quienes se unieron a vecinos, autoridades y representantes de diversas instituciones para despedir al pontífice argentino.
“La ciudad está conmovida”, expresó Alak durante la misa. “Es un día de enorme tristeza y dolor por la pérdida del máximo líder espiritual del mundo, que ha luchado contra los factores del poder, por la justicia social y por la paz”, reflexionó el jefe comunal, visiblemente afectado.
Por su parte, el gobernador Kicillof destacó el legado transformador de Francisco. “Era una referencia internacional, una voz que se oía muy fuerte. Tuvo un papado profundamente transformador y valiente; y nos deja a todos los que creemos en la justicia social una tarea inmensa que es honrar ese lugar”, afirmó.
La misa, cargada de emoción y respeto, reunió a una multitud que quiso rendir tributo al primer papa argentino y latinoamericano de la historia. Más temprano, Alak había compartido su pesar en redes sociales, recordando al pontífice como “un hombre al servicio de los humildes y de la paz, ofreciendo su vida entera, su palabra firme y su corazón generoso”.