En una jornada marcada por la tensión y el pánico, Irán lanzó más de 150 misiles balísticos contra Israel este viernes, en un ataque sin precedentes que puso en alerta máxima a la región. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que los proyectiles impactaron en zonas urbanas clave como Tel Aviv, Jerusalén y sectores del norte israelí.
El centro de Tel Aviv fue uno de los lugares más golpeados, donde se produjo una explosión de gran magnitud que generó una espesa columna de humo en forma de hongo. En paralelo, se registraron incendios en la ciudad de Dan y otras áreas del norte del país. Al menos 14 personas resultaron heridas, según informaron fuentes oficiales.
Las autoridades israelíes confirmaron que el país enfrenta una tercera oleada de misiles en tiempo real. A pesar del accionar del sistema de defensa Cúpula de Hierro, solo una parte del ataque fue interceptado. El resto provocó daños considerables en edificios, cortes de internet y el colapso de estructuras en zonas residenciales.
La ofensiva iraní fue reivindicada por la Guardia Revolucionaria, que declaró haber lanzado “cientos de misiles balísticos” como represalia por recientes bombardeos israelíes en suelo iraní. Según el régimen de Teherán, se trató de una respuesta “precisa y proporcional”.
Equipos de bomberos y rescatistas trabajan contrarreloj en distintas localidades israelíes para liberar personas atrapadas entre escombros y combatir las llamas. El medio israelí Times of Israel informó al menos siete impactos directos confirmados en el área metropolitana de Tel Aviv.
Estados Unidos, en tanto, ha comenzado a brindar apoyo militar a Israel en tareas de defensa aérea, según reportó el periodista Barak Ravid del portal Axios, citando fuentes del gobierno norteamericano.
El conflicto escala con rapidez y aumenta el riesgo de una confrontación regional de mayores dimensiones. Las próximas horas serán clave para determinar si este episodio da paso a un enfrentamiento abierto entre Irán e Israel.