Una mujer de 59 años y su familia denunciaron haber sido víctimas de un secuestro extorsivo en la ciudad de Puerto Iguazú, Misiones. El caso, que generó conmoción en la región, está siendo investigado por las autoridades locales, según confirmaron fuentes judiciales.
El episodio ocurrió este martes alrededor de las 18, cuando, de acuerdo con la versión familiar, dos hombres encapuchados —aparentemente de nacionalidad brasileña— interceptaron a la víctima en un centro de estética donde se encontraba junto a su hermana para realizarse un tratamiento de belleza.
En cuestión de minutos, los agresores habrían reducido a la hermana de la mujer, la maniataron, encerraron a la dueña del local en el baño y luego encapucharon a la víctima para llevársela en un vehículo.
Horas después, los supuestos captores se comunicaron con la hija de la mujer para exigirle un rescate de 200 mil dólares a cambio de su liberación. Según su relato, también le enviaron una fotografía en la que se veía a la víctima con un arma apuntando a su cabeza.
Ante esa situación, la hija alertó de inmediato a la policía. Personal de la fuerza provincial, junto con efectivos de Gendarmería Nacional, Prefectura y Policía Federal, desplegó un intenso operativo de búsqueda por toda la ciudad para intentar dar con el paradero de la mujer.
Finalmente, cerca de las 0.30 de este miércoles, en medio del operativo, la víctima fue encontrada en una avenida oscura de Puerto Iguazú. Un motociclista que circulaba por el lugar la vio, se detuvo para auxiliarla y dio aviso a sus familiares.
Desesperada, la mujer se comunicó con su yerno, un reconocido empresario local del rubro automotor, quien acudió al sitio y la retiró del lugar. Según trascendió, la víctima fue liberada sin que se concretara el pago del rescate.
Los investigadores secuestraron los teléfonos celulares de la mujer y su hija para analizarlos, ya que existen dudas sobre la veracidad de la secuencia denunciada, según indicaron fuentes del caso.
El yerno de la mujer, de acuerdo con información obtenida por este medio, es un empresario con casi dos décadas de trayectoria en la compra y venta de autos en Puerto Iguazú. Su negocio experimentó un notable crecimiento en los últimos años, impulsado por una ordenanza que obliga a los taxistas locales a renovar sus vehículos cada cinco años para poder operar en el aeropuerto, uno de los puntos más rentables de la ciudad.
“Hace poco inauguraron un local muy grande, lleno de autos nuevos”, señalaron fuentes consultadas.
El caso quedó a cargo del juez federal de Misiones, Marcelo Cardozo, con la colaboración de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFECO), dirigida por el fiscal Santiago Marquevich.








