El lunes pasado, un hecho inusual encendió las alarmas en el Poder Judicial: un intento de hackeo al celular oficial de Horacio Rosatti, presidente de la Corte Suprema de Justicia. La maniobra, que ya es investigada por un fiscal federal, habría consistido en un llamado engañoso dirigido a un empleado del máximo tribunal con el objetivo de obtener información sensible.
El episodio ocurrió en la Dirección General de Gestión, Habilitación e Infraestructura de la Corte, área que mantiene relaciones operativas con las empresas de telefonía móvil que prestan servicio al Poder Judicial. según trascendió, el oficial Sebastián Matías Bustamante recibió una llamada a su celular personal desde un número privado. Quien llamó se hizo pasar por un representante de la empresa Movistar e intentó convencerlo de que proporcionara el código PIN de una línea supuestamente denunciada como robada.
Ante la sospecha de que se trataba de un intento de fraude o espionaje, el hecho fue reportado y se inició una investigación judicial. Las primeras hipótesis apuntan a una modalidad de ingeniería social orientada a vulnerar dispositivos clave de la estructura judicial.
Las autoridades aún no han confirmado si se logró acceder a datos del teléfono de Rosatti, pero fuentes cercanas al caso aseguran que se activaron los protocolos de seguridad correspondientes y que el intento fue neutralizado a tiempo.