Francis Ford Coppola, el célebre cineasta detrás de clásicos como El Padrino y Apocalypse Now, fue internado este martes por la mañana en el Policlínico Tor Vergata de Roma, Italia, luego de presentar una fibrilación auricular, una arritmia cardíaca caracterizada por latidos rápidos y desorganizados. La internación ocurrió pocas horas antes de someterse a una intervención quirúrgica que ya estaba planificada con anterioridad.
La cirugía cardíaca, una ablación, había sido programada con gran antelación, pero según reportaron medios italianos como La Repubblica, el estado de salud del director se complicó apenas llegó al aeropuerto de Fiumicino. Desde allí fue trasladado directamente en ambulancia al centro médico, donde el equipo médico resolvió adelantar su ingreso a quirófano y mantenerlo bajo estricta vigilancia.
A sus 86 años, Coppola había viajado discretamente a Italia con el objetivo de realizarse esta operación. El estrés del vuelo habría sido un factor que agravó su condición cardíaca al momento de su arribo. La última señal pública del cineasta se registró en una publicación en Instagram a las tres de la madrugada del mismo día, mientras aún se encontraba en viaje.
El realizador había pasado parte del verano europeo en Italia, explorando posibles locaciones para su próxima película. En julio recibió el premio Colonna d’Oro en el Festival de Cine de Magna Grecia y, días después, trascendió que puso en venta su histórica residencia en Los Ángeles, donde también vivió su nieta Gia.
El estado de salud de Coppola se conoce en un momento delicado para el director, quien recientemente confesó haber invertido los “últimos 100 millones de dólares” de su fortuna personal en la producción de Megalópolis (2024), su ambicioso último estreno. “Sé que suena raro, pero normalmente la gente que hace cosas así tiene mil millones de dólares. Financieramente, es un poco complicado”, admitió en una entrevista reciente.
Lejos de retirarse, el ganador de cinco premios Oscar ya tiene en marcha dos nuevos proyectos: Glimpses of the Moon, que se encuentra en desarrollo, y Distant Vision, una propuesta experimental que planea filmar en vivo, a la que considera su obra definitiva.
Coppola mantiene desde siempre un profundo vínculo con Italia: su familia es originaria de Bernalda, en la región de Basilicata. Aunque en esta oportunidad su visita tuvo fines médicos, se espera que su recuperación no requiera más que unos pocos días, salvo que surjan complicaciones.
A lo largo de su trayectoria, el director también vivió momentos difíciles, como cuando la producción del musical One from the Heart (1982), en el que invirtió más de 20 millones de dólares, lo llevó a enfrentar una grave crisis financiera. La película no logró el éxito esperado y lo dejó con deudas millonarias que lo llevaron a la bancarrota en tres ocasiones a lo largo de 1992, tanto a título personal como empresarial, afectando sus compañías Zoetrope Corp. y Zoetrope Productions.
Pese a los altibajos financieros y de salud, Francis Ford Coppola continúa apostando al cine con la misma pasión que lo convirtió en uno de los grandes maestros de la historia del séptimo arte.