El papa León XIV transmitió este domingo un nuevo mensaje de solidaridad con el pueblo palestino durante la oración del Ángelus en la Plaza de San Pedro. Ante miles de fieles, afirmó que “no existe un futuro posible basado en la violencia, el exilio forzoso o la venganza”, en referencia a la dramática situación en Gaza.
Mientras Israel informaba la reanudación de ataques en la Franja, el Pontífice declaró: “Toda la Iglesia expresa su cercanía con los hermanos y hermanas que sufren en esta tierra martirizada”. Con los pastores de Tierra Santa, insistió en que la paz es el único camino: “Quien la ama de verdad, trabaja por ella”.
León XIV, de origen estadounidense y peruano, agradeció además a las asociaciones católicas que acompañan a la población gazatí en medio de la crisis humanitaria. El llamado se produce en un contexto de desplazamientos masivos: más de medio millón de personas huyeron recientemente de la capital tras nuevas ofensivas militares.
El mensaje de este domingo dio continuidad a sus intervenciones anteriores. Días atrás, en la audiencia general, había denunciado las condiciones de “miedo e indignidad” que padece el pueblo palestino y pidió un alto el fuego inmediato, la liberación de los rehenes, negociaciones diplomáticas y el cumplimiento del derecho humanitario internacional.

Ese mismo tono se repitió en su homilía en la parroquia de Santa Anta, en la Ciudad del Vaticano. Allí lamentó que “pueblos enteros son hoy aplastados por la violencia y por una indiferencia desvergonzada que los condena a la miseria”. También instó a los fieles a mantener la esperanza y a dar testimonio de que “Jesús es el Salvador del mundo, el que libera de todo mal”.
El Papa fue más allá y dirigió una crítica directa a los dirigentes internacionales. “La Iglesia reza para que los gobernantes estén libres de la tentación de usar la riqueza contra el hombre, transformándola en armas que destruyen pueblos o en monopolios que humillan a los trabajadores”, dijo. Y trazó una reflexión moral sobre la relación entre poder y dinero: “Quien sirve a Dios se libera de la riqueza, pero quien sirve a la riqueza queda esclavizado por ella”.
Estas reflexiones se enmarcaron en el Jubileo de la Justicia, celebrado el sábado en la Plaza de San Pedro. Allí, León XIV recordó las enseñanzas de San Agustín al subrayar que sin justicia no hay derecho ni Estado, y reclamó una atención urgente a los pueblos que “tienen hambre y sed de justicia” en condiciones de vida que calificó de inhumanas.
Las palabras del Pontífice sobre Gaza se inscriben en la línea constante del Vaticano de promover la paz y rechazar toda forma de violencia. Antes de concluir, el Papa saludó a peregrinos de distintas diócesis, a sacerdotes jesuitas y dedicó un recuerdo especial a las personas que padecen Alzheimer y ataxia, en coincidencia con la conmemoración mundial de ambas enfermedades.