El reclamo de un ciudadano sobre un vaso Stanley adquirido en el exterior fue el disparador de un cambio normativo que impacta directamente en las importaciones personales. Desde este lunes, la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) ya no exigirá autorizaciones para el ingreso no comercial de alimentos ni de envases que entren en contacto con ellos.
La medida fue oficializada a través de la Disposición 3280/2025, publicada en el Boletín Oficial, y surge en el marco del proceso de simplificación regulatoria impulsado por el Gobierno. El detonante fue un mensaje en redes sociales dirigido al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, donde se criticaba la burocracia exigida para importar un vaso térmico por uso personal. “¿No podemos elegir el recipiente del que bebemos?”, cuestionó el funcionario en X, en respuesta al usuario.
Hasta ahora, quienes traían del exterior productos como cápsulas de café, termos o utensilios de cocina enfrentaban trabas normativas por tratarse de artículos vinculados a la alimentación. La ANMAT debía autorizar su ingreso, incluso cuando no se trataba de operaciones comerciales.
La nueva disposición aclara que esos controles ya no se aplicarán en compras personales realizadas por servicios de courier, tal como sucede con dispositivos electrónicos o indumentaria. Con esta modificación, los consumidores solo deberán abonar los aranceles correspondientes y cumplir con los requisitos de la plataforma de compras utilizada.
Según explicó el propio Sturzenegger, la norma refuerza el alcance del Decreto 35/2025, firmado por el presidente Javier Milei, que eliminó diversas restricciones al comercio. No obstante, quedaban trámites pendientes en el sistema aduanero que todavía exigían intervención de ANMAT, ahora desactivados.
Además del vaso Stanley que motivó el cambio, la disposición beneficia a miles de productos: desde cápsulas de café hasta recipientes y snacks envasados. “Es parte de limpiar el sistema de normativas obsoletas”, afirmó el ministro, agradeciendo también la colaboración del titular de la Aduana, Andrés Velis, y del ministro de Salud, Mario Lugones, quien agilizó la revisión del marco normativo.
El cambio forma parte de una política más amplia que busca reducir la intervención estatal innecesaria en la vida cotidiana de los ciudadanos, facilitando la libertad de elección y agilizando las operaciones aduaneras menores.