El gobierno de Javier Milei negocia con la administración de Donald Trump una serie de acuerdos destinados a facilitar los viajes de los argentinos a Estados Unidos. La primera medida que se anunciaría en los próximos días permitiría que los pasajeros realicen los trámites de migraciones y Aduanas en aeropuertos de la Argentina, antes de abordar sus vuelos hacia territorio estadounidense.
Esta modalidad ya se ha implementado previamente entre Argentina y Uruguay, y actualmente funciona en vuelos que parten desde Canadá, donde los ciudadanos pueden ingresar a EE.UU. como si lo hicieran en un vuelo doméstico, tras realizar los controles en el país de origen.
Fuentes oficiales confirmaron que esta medida está próxima a ser anunciada.
Además, otro de los puntos que se están negociando con EE.UU. es la posibilidad de que los argentinos puedan ingresar a ese país sin necesidad de una visa, algo que ya ocurrió durante los años noventa. Este proceso, sin embargo, demandará más tiempo ya que aún debe definirse si se oficializará mediante un memorándum de entendimiento o una carta de intención. Su implementación llevaría varios meses.
Estas gestiones coinciden con la visita a Argentina de Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (Homeland Security), una funcionaria clave del equipo de Trump. Está previsto que Noem se reúna tanto con el presidente Javier Milei como con la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich.
Kristi Noem lidera actualmente las políticas migratorias restrictivas en Estados Unidos, especialmente enfocadas en la detección y deportación de inmigrantes irregulares, tarea que es ejecutada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Patricia Bullrich ya mantuvo encuentros con representantes diplomáticos estadounidenses, entre ellos la actual encargada de negocios, Heidi Gómez Rápalo. Días atrás, Rápalo escribió en su cuenta de X: “Apreciamos el liderazgo de Argentina en seguridad regional, sobre todo en la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico, y la trata de personas. Hoy tuve el gusto de reunirme con la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para conversar sobre cómo EEUU y Argentina pueden profundizar nuestra cooperación en estas áreas para avanzar la seguridad y la prosperidad de Argentina, EEUU, y de toda la región”.
Uno de los principales objetivos del Gobierno argentino es volver a ingresar al Programa Visa Waiver, que permite a ciudadanos de determinados países ingresar a Estados Unidos por hasta 90 días sin visa para turismo o negocios. Este beneficio estuvo vigente entre Argentina y EE.UU. durante el segundo mandato de Carlos Menem, en un acuerdo alcanzado con el entonces presidente Bill Clinton. Sin embargo, fue suspendido en 2002 tras la crisis económica local.
En contraposición a esta búsqueda de flexibilización para los argentinos, el gobierno de Trump ha endurecido los requisitos migratorios para otros países. Recientemente, se anunció que se cobrará una nueva tarifa de 250 dólares a la mayoría de los solicitantes de visas no inmigrantes, bajo la normativa denominada “One Big Beautiful Bill Act”.
Este cargo, conocido oficialmente como visa integrity fee, fue confirmado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y aplicará a quienes soliciten visados como turismo (B-2), negocios (B-1), estudios (F-1), trabajo temporal (H-1B) y programas de intercambio (J-1), entre otros, salvo para los países que integran el Programa de Exención de Visas (VWP).
Aunque la legislación prevé la posibilidad de reembolsar el monto una vez finalizada la vigencia de la visa, todavía no se ha definido el procedimiento y su concreción dependerá de condiciones estrictas. En la práctica, esto convierte a la tarifa en no recuperable.
El nuevo cargo afectará a ciudadanos de países como México, India, Brasil, Nigeria, Rusia, Sudáfrica, Filipinas, China y Pakistán, así como a la mayoría de los países africanos y de Medio Oriente.
Por su parte, desde mayo pasado, la embajada de Estados Unidos en Argentina ya había implementado cambios en el proceso de solicitud de visas, con el objetivo de optimizar el sistema de entrevistas consulares y desalentar la utilización de gestores o intermediarios, dado que se trata de un trámite estrictamente personal.








