Los robos de vehículos mediante inhibidores de señal encendieron la alarma en distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires y volvieron a dejar un nuevo detenido. Esta vez, un ciudadano colombiano de 54 años fue arrestado en Palermo luego de ser sorprendido cuando intentaba abrir un Citroën C3 Aircross blanco que pertenecía a una mujer de 76 años.
El episodio ocurrió en la esquina de Cerviño y Paunero, cuando un transeúnte dio aviso a un efectivo de la Comisaría Vecinal 14C sobre la presencia sospechosa del individuo. Al advertir la intervención policial, el acusado intentó escapar, pero fue reducido a pocas cuadras, en Cerviño y Salguero.

Durante la requisa, los uniformados hallaron en un morral negro un dispositivo inhibidor de señal, herramienta utilizada por los delincuentes para bloquear el cierre centralizado de los autos y acceder al interior sin forzar las cerraduras. El caso quedó en manos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 9, a cargo de Ángel Gómez Maiorano, que ordenó actuaciones por tentativa de hurto.
Este hecho se suma a otros casos recientes en los que también intervinieron extranjeros. En agosto, en otra zona de Palermo, un hombre de nacionalidad peruana fue detenido en Güemes y Gurruchaga tras ser retenido por personal de seguridad mientras manipulaba un dispositivo electrónico para intentar abrir un Audi A3 estacionado. La fiscal Patricia Incardona, de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°60, dispuso su detención bajo la figura de “tentativa de hurto agravado”.
Semanas atrás, en Monserrat, tres personas fueron arrestadas luego de que la Policía identificara un Renault Kwid con patentes adulteradas. Entre los sospechosos se encontraban un argentino de 50 años y dos ciudadanos chilenos, de 40 y 30 años respectivamente. El vehículo registraba un pedido de secuestro vigente por un robo a mano armada en Lomas de Zamora, por lo que los tres quedaron a disposición de la Justicia.
Las autoridades porteñas reconocen que el uso de inhibidores de señal para concretar robos de autos creció de manera sostenida en los últimos meses, lo que generó preocupación tanto en las fuerzas de seguridad como en los vecinos de la Ciudad.