A casi dos meses de su creación, el Gobierno nacional designó a los nuevos responsables de áreas clave dentro de la Policía Federal Argentina. A través de la Resolución 927/2025, publicada este martes en el Boletín Oficial, el Ministerio de Seguridad nombró a Pascual Mario Bellizzi como jefe del Departamento Federal de Investigaciones (DFI), y a Marcelo Omar Farías como jefe del Departamento Federal de Coordinación (DFC). La medida lleva la firma de la ministra Patricia Bullrich y se enmarca en la entrada en vigencia del nuevo Estatuto de la fuerza, establecido por el Decreto 383/2025.
La resolución implica un cambio en la estructura de mando de la Policía Federal, ya que tanto el DFI como el DFC desempeñan roles centrales en la investigación criminal y en la coordinación operativa a nivel nacional. Los nombramientos de Bellizzi y Farías fueron el resultado de un proceso de análisis de antecedentes y capacidades.
El procedimiento seguido para estas designaciones está contemplado en el artículo 21 del nuevo Estatuto de la Policía Federal Argentina, el cual determina que es el Jefe de la fuerza quien debe proponer una nómina de funcionarios aptos para ocupar los cargos de jefatura en los departamentos mencionados.
En el documento oficial, se subraya que “luego de haber realizado un exhaustivo análisis y en mérito de sus trayectorias, aptitudes e idoneidad para la función a desempeñar, los Oficiales Superiores propuestos resultan competentes para ocupar los cargos en trato”. En el proceso intervinieron tanto la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la PFA como el servicio permanente de asesoramiento jurídico del Ministerio de Seguridad, validando la legalidad de las designaciones.
La decisión se enmarca en una etapa de reforma integral de la Policía Federal impulsada por el Gobierno nacional. A mediados de junio, el presidente Javier Milei, junto a los ministros Guillermo Francos y Patricia Bullrich, firmó el Decreto 383/2025, que aprobó un nuevo Estatuto para la fuerza y puso en marcha un plan de modernización institucional.
Esta reforma redefine la misión de la Policía Federal Argentina, enfocándola en la prevención, detección e investigación de delitos federales y complejos, así como en la colaboración para desarticular organizaciones criminales. El objetivo es consolidar una policía de investigación, dejando de lado las tareas de seguridad local.
Además de la reestructuración funcional, el decreto establece un cronograma para la reducción progresiva de suboficiales, la creación de mecanismos que permitan su ascenso a oficiales en función de méritos y formación, y un rediseño del perfil del personal.
Uno de los puntos más destacados del decreto es la creación del Programa Presupuestario “Modernización de la Policía Federal Argentina”, destinado a la adquisición de bienes, tecnología y mejoras en los procesos operativos. El financiamiento para esta iniciativa provendrá del ahorro generado por la reducción de nuevos ingresos de personal.
Asimismo, el decreto faculta al Ministerio de Seguridad Nacional a exceptuar del retiro obligatorio a los oficiales superiores y, si fuera necesario, reincorporar a quienes ya se encuentren retirados.
También se impulsa un nuevo Programa de Ingreso y Formación de Universitarios ya Graduados, con incentivos específicos y una capacitación diferenciada, inspirado en modelos internacionales como el del FBI estadounidense.
El proceso de modernización abarca la actualización de los programas de formación y evaluación de desempeño, la implementación de sistemas de información y el fortalecimiento de la Dirección General de Asuntos Internos, que ahora tendrá mayor autonomía y una relación funcional directa con el Ministerio de Seguridad Nacional.
Esta serie de medidas se dictó en el marco de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos N° 27.742, que declaró la emergencia pública y otorgó al Poder Ejecutivo facultades extraordinarias para reorganizar los organismos del Estado.