Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof mantuvieron un encuentro reservado este jueves por la tarde, en un gesto que marca un punto de inflexión en la interna peronista de la provincia de Buenos Aires. Ambos coincidieron en avanzar en la construcción de una estrategia común, aunque dejaron en claro que el camino hacia la unidad aún está en discusión.
La gobernación bonaerense confirmó la reunión mediante un breve comunicado, donde anunció la conformación de una mesa integrada por referentes de los distintos espacios que conforman el peronismo local. El objetivo: negociar una eventual confluencia de listas en un escenario electoral cada vez más desafiante.
El acercamiento se produce tras más de cinco meses de distancia política entre la ex mandataria y su ex ministro de Economía. La candidatura de Cristina en la Tercera Sección Electoral, núcleo duro del kirchnerismo, la obligó a retomar el diálogo con el gobernador, quien desde hace meses impulsa su propio armado político: el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), acompañado por más de 40 intendentes.
Ambos sectores reconocen que la unidad es imprescindible para enfrentar a la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza, que ya confirmó que competirá unificada en el distrito. Una interna peronista, advierten, podría derivar en una derrota con consecuencias nacionales.
Sin embargo, las diferencias estratégicas persisten. Cristina sostiene que la campaña debe centrarse en confrontar con el gobierno de Javier Milei, y cuestiona la decisión de Kicillof de desdoblar los comicios bonaerenses. El gobernador, por su parte, busca marcar autonomía respecto del kirchnerismo y fortalecer su perfil con vistas a 2027.
El próximo lunes, Kicillof reunirá a sus intendentes para definir su postura frente al diálogo iniciado con el sector de Cristina Kirchner. El plazo para el cierre de listas vence el 19 de julio, y aunque aún hay margen, el reloj político ya empezó a correr.