La enfermera Brenda Agüero fue condenada este miércoles a prisión perpetua por haber provocado la muerte de cinco bebés y haber lesionado a otros trece en el Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo de la ciudad de Córdoba, entre marzo y junio de 2022. Tenía 29 años al momento de recibir la sentencia.
El fallo se conoció tras una extensa jornada de deliberación del jurado popular, que por amplia mayoría la consideró culpable de homicidio agravado. El proceso judicial, que duró seis meses, se desarrolló en los Tribunales II de la capital provincial.
En la misma causa fueron condenados otros funcionarios y trabajadores del hospital: Liliana Asís y Alejandro Escudero Salama recibieron penas de 5 años y 4 meses de prisión; Marta Gómez, 5 años; Luisa Moralez, 5 años en suspenso; y Pablo Carvajal, 4 años también en suspenso. Por otro lado, resultaron absueltos la médica María Alejandra Luján, la enfermera Alicia Ariza y el exsecretario de Legales, Alejandro Gauto.
El exministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo, también fue absuelto, aunque no por decisión unánime del jurado. Cardozo había renunciado a su cargo en 2022 tras conocerse los primeros datos del caso.
Según la investigación judicial, Agüero inyectó potasio a varios recién nacidos, provocando la muerte de cinco de ellos e hiriendo a otros trece. Los primeros indicios surgieron a partir de autopsias y análisis toxicológicos que revelaron la presencia de sustancias no compatibles con tratamientos médicos. Lo que inicialmente parecía una seguidilla de muertes por causas naturales derivó en una de las causas penales más graves que haya atravesado el sistema de salud cordobés.
Durante todo el proceso, la enfermera insistió en su inocencia y denunció ser víctima de una “causa mediática”. Sin embargo, el jurado no dio lugar a su versión y dictó la pena máxima del Código Penal argentino.