Este sábado 26 de abril, la Ciudad de Buenos Aires rinde homenaje al Papa Francisco con una jornada de actividades en su memoria. A las 10:00, la Catedral Metropolitana será el escenario de una misa exequial en honor al pontífice, fallecido el lunes pasado a los 88 años. El arzobispo Jorge García Cuerva presidirá este acto litúrgico central, que se celebrará simultáneamente con el funeral oficial en el Vaticano.
Desde las primeras horas del día, la Plaza de Mayo se encuentra vallada y la avenida Rivadavia permanecerá cortada para facilitar el acceso de autoridades, referentes sociales y fieles que se acercarán a participar de los actos. La misa será transmitida en pantallas instaladas en la plaza para que quienes no puedan asistir, sigan el acto de manera remota.
Recorrido simbólico y peregrinación
Tras la misa, se llevará a cabo un recorrido simbólico alrededor de la Plaza de Mayo en homenaje al Papa Francisco. A las 12:00, se realizará un almuerzo comunitario bajo el lema “Compartimos la mesa”, para fortalecer el sentido de unidad y fraternidad entre los participantes.
A las 13:30, dará inicio la peregrinación “Pacto de amor a Francisco: recorrido por los lugares del dolor”, organizada por la Arquidiócesis. Este recorrido, abierto a toda la comunidad, incluirá seis paradas en puntos clave de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde Bergoglio, antes de ser papa, realizó su labor pastoral. Los lugares elegidos son:
- Casa Mamá Antula (Avenida Independencia 1190, Monserrat)
- Plaza Constitución (Avenida Garay y Lima)
- Predio del Hospital Borda junto con los hospitales Tobar y Rawson (Barracas)
- Unidad penitenciaria del Hospital Muñiz (Barracas)
- Hogar de Cristo San Alberto Hurtado (Parque Patricios)
- Parroquia Virgen de Caacupé (Villa Lugano)
Cada parada será acompañada por voluntarios, parroquias y fieles, sin actos protocolares ni discursos. Se trata de una acción simbólica que busca resignificar el paso del Papa Francisco por estos lugares.
El cierre de la jornada
La peregrinación finalizará en la Parroquia Virgen de Caacupé, en Villa Lugano, con una oración comunitaria. La Arquidiócesis ha pedido que la despedida sea en silencio, sin ceremonias ni referencias partidarias, para mantener el respeto y la solemnidad del evento.
El arzobispo Jorge García Cuerva ha decidido no asistir al funeral en Roma, para quedarse en Buenos Aires y guiar los homenajes en el país. La misa en la Catedral será el cierre litúrgico principal en Argentina.