Una remota isla africana volvió a ser noticia tras un pedido inusual: Annobón, ubicada en el corazón del Golfo de Guinea, solicitó formalmente convertirse en un estado asociado de la Argentina. El reclamo, impulsado por sus líderes independentistas, se basa en un pasado colonial compartido y una desesperada búsqueda de apoyo ante lo que denuncian como una grave crisis humanitaria.
El primer ministro del autodenominado gobierno annobonés, Orlando Cartagena Lagar, lanzó el pedido desde Buenos Aires: “Históricamente fuimos parte del mismo virreinato. Hoy volvemos a tender la mano a un país hermano en busca de ayuda”. Sus palabras no solo apelan a una memoria histórica compartida, sino que plantean un nuevo eje geopolítico: una Argentina tricontinental, con presencia en América, la Antártida y África.
Una historia olvidada que vuelve al presente
La historia de Annobón comienza en el siglo XV, cuando fue descubierta por exploradores portugueses. Más tarde pasó a dominio español, y en 1778, fue incluida de forma simbólica en el Virreinato del Río de la Plata, aunque siempre permaneció administrativamente desvinculada y prácticamente olvidada por la metrópoli.
Tras la independencia de Guinea Ecuatorial, país del cual hoy depende oficialmente, la isla quedó sumida en el abandono. Hoy, sus habitantes no tienen acceso a servicios básicos, como agua potable, atención médica o electricidad.
Autonomía, represión y reclamo internacional
En 2022, Annobón se autoproclamó independiente, pero ningún país reconoció esa decisión. Cartagena Lagar denuncia que desde entonces el régimen ecuatoguineano ha intensificado la represión: “Nos están asfixiando. Nos silencian, nos marginan y nos condenan al olvido”, aseguró.
La solicitud de respaldo argentino incluye asistencia humanitaria, apoyo diplomático y la posibilidad de instalar una base logística en la isla, dadas sus potencialidades pesqueras, mineras y su ubicación estratégica en el Atlántico.
¿Un nuevo dilema diplomático?
La propuesta despertó debates en el Congreso argentino y en círculos diplomáticos. Algunos advierten que una respuesta positiva podría tensionar las relaciones con Guinea Ecuatorial y afectar el delicado equilibrio internacional en torno al reclamo argentino por las Islas Malvinas.
Annobón, con poco más de 2.000 habitantes, aparece así en el mapa global con un reclamo tan inusual como simbólico. Su caso combina historia, geopolítica y derechos humanos, y pone a prueba la capacidad de Argentina para proyectarse más allá de sus fronteras tradicionales.