La fecha busca visibilizar una problemática global que afecta a millones de niñas, niños y adolescentes, promoviendo la prevención, la empatía y el respeto como herramientas clave para erradicar el bullying.
Cada 2 de mayo se conmemora el Día Internacional contra el Acoso Escolar, también conocido como el Día Mundial contra el Bullying. Esta fecha tiene como objetivo concientizar sobre el impacto del acoso en el ámbito escolar, visibilizar sus consecuencias y promover acciones concretas para su prevención y erradicación.
La elección del 2 de mayo no es casual: fue establecida en 2013 por diversas organizaciones internacionales —entre ellas, la ONG española Bullying Sin Fronteras— como un llamado urgente ante el incremento de casos de violencia escolar en todo el mundo. Aunque aún no ha sido reconocida oficialmente por las Naciones Unidas, es una jornada cada vez más adoptada por instituciones educativas, organismos gubernamentales y asociaciones civiles de distintos países.
El acoso escolar se manifiesta en forma de agresiones físicas, verbales, psicológicas o sociales, sostenidas en el tiempo, que un estudiante recibe por parte de uno o varios compañeros. El bullying puede ser directo (insultos, golpes, amenazas) o indirecto (exclusión, rumores, manipulación social), y sus consecuencias afectan profundamente la autoestima, el rendimiento académico y la salud mental de quienes lo sufren.
Además, en los últimos años se ha visibilizado con fuerza el ciberacoso o cyberbullying, una forma de hostigamiento que ocurre a través de redes sociales, chats o plataformas digitales, con un impacto muchas veces más devastador por su alcance y anonimato.

¿Por qué es importante esta fecha?
El 2 de mayo abre espacios de reflexión y permite trabajar desde edades tempranas el valor de la convivencia, el respeto por la diversidad y la construcción de entornos escolares seguros. A su vez, busca empoderar a los y las estudiantes para que no guarden silencio ante el maltrato y sepan cómo pedir ayuda.
También invita a docentes, familias y autoridades educativas a asumir un rol activo en la detección temprana del acoso, en la contención de las víctimas y en la implementación de políticas integrales de prevención.
En un mundo donde el bullying continúa siendo una realidad cotidiana para millones de chicos y chicas, esta fecha recuerda que la solución comienza con la empatía, el compromiso y la acción colectiva.