Max Verstappen volvió a demostrar que Italia es su territorio. Este domingo en Monza dominó de punta a punta y se quedó con una victoria incuestionable. El neerlandés ya había ganado en Imola y ahora repitió en el “Templo de la Velocidad”, sumando tres triunfos en las últimas cuatro ediciones del Gran Premio, con excepción de 2024, cuando Charles Leclerc se impuso con Ferrari.
La carrera tuvo pocas emociones. Apenas en la largada Norris intentó incomodarlo: Verstappen tomó la punta pero devolvió la posición para evitar una sanción. Dos vueltas más tarde lo superó nuevamente y desde entonces nunca más soltó el liderazgo, salvo en su paso por boxes.
McLaren, su gran rival, no tuvo una jornada limpia. Una mala parada de Lando Norris complicó la estrategia y obligó al equipo a ordenar a Oscar Piastri que lo dejara pasar. Con este resultado, Piastri lidera el campeonato con 324 puntos, seguido por Norris con 293, mientras que Verstappen quedó tercero con 230.

En cuanto al resto, la carrera fue lineal: sin safety car ni incidentes mayores. Desde boxes partieron Pierre Gasly y Isaac Hachard (Racing Bull), tras cambiar la unidad de potencia. Antes de la salida, Nico Hülkenberg debió abandonar por problemas eléctricos.
El argentino Franco Colapinto tuvo una buena largada, aunque debió frenar de más detrás de Ocon y perdió posiciones frente a Lawson. Finalmente, terminó 17º, por detrás de su compañero Gasly (16º), quien en las últimas vueltas colocó neumáticos blandos para adelantarlo. Fue un fin de semana discreto para Alpine, que sigue sin darle un auto competitivo a sus pilotos.

Verstappen, el as de la velocidad
Verstappen, en cambio, se va de Italia reforzando su imagen de dominador absoluto. Y Monza, una vez más, lo confirma como el gran verdugo de McLaren.








