WWE presentó este sábado 10 de mayo el evento Backlash 2025, el primer show premium en vivo posterior a WrestleMania 41. Con el Enterprise Center de St. Louis, Misuri, como escenario, la compañía ofreció una noche repleta de acción, regresos inesperados y decisiones polémicas que prometen sacudir las próximas semanas en la programación.
El show arrancó con la tradicional llegada de superestrellas a la arena, entre ellas Becky Lynch, Lyra Valkyria, Randy Orton y Pat McAfee, quienes serían protagonistas clave en el desarrollo del evento.
La primera lucha del cartel principal enfrentó a Jacob Fatu, campeón de los Estados Unidos, ante Drew McIntyre, LA Knight y Damian Priest en una Fatal 4-Way Match. El samoano logró conservar su título gracias a la interferencia de Jeff Cobb —quien hizo su debut en WWE— y Solo Sikoa. Sin embargo, su expresión de enojo tras la victoria dejó dudas sobre su alineación con estos aliados.
En la segunda contienda, Becky Lynch buscó quedarse con el Campeonato Femenino Intercontinental frente a Lyra Valkyria. Aunque la irlandesa dominó por momentos, Valkyria sorprendió con un roll-up para llevarse la victoria. El combate no terminó ahí: Lynch atacó a su rival después de la campana, obligando a seguridad a intervenir.
Más adelante, Dominik Mysterio defendió el Campeonato Intercontinental frente a Penta. Con la inesperada ayuda de El Grande Americano, el miembro de The Judgment Day logró retener, pese a que el grupo fue expulsado del ringside por intentar intervenir.
En el choque previo al evento principal, GUNTHER y Pat McAfee se enfrentaron en una batalla física e intensa que terminó con la rendición de McAfee ante una sumisión del austriaco.
El plato fuerte de la noche fue el enfrentamiento entre John Cena y Randy Orton por el Campeonato Indiscutido de WWE. La lucha fue equilibrada hasta que R-Truth apareció accidentalmente para distraer a Orton. Cena aprovechó la confusión con un golpe bajo y un impacto con el cinturón, lo que le permitió retener el título. Tras la victoria, el veterano tomó el micrófono y declaró ser “el último campeón real”, cerrando la velada con una mezcla de abucheos y ovaciones.
Backlash 2025 dejó huellas profundas en el panorama de WWE, y los efectos de lo ocurrido en St. Louis seguramente se sentirán en los próximos episodios de Raw y SmackDown.