La tranquila localidad balnearia de Pehuen Co, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, quedó conmocionada tras un incendio que devastó la Parroquia Sagrada Familia durante la madrugada del último sábado. El fuego, que comenzó a la 1:15, consumió por completo la estructura de madera del templo, y los bomberos trabajaron durante cuatro horas para evitar que las llamas se extendieran a viviendas cercanas.
El primer indicio de que el siniestro podía tener un origen intencional fueron las pintadas con símbolos satánicos y referencias al black metal encontradas en distintos puntos del balneario, incluyendo leyendas como “CALL 666”, cruces invertidas y estrellas de cinco puntas. Las pericias confirmaron que el incendio había sido provocado.
La investigación quedó a cargo de la UFI N°1 de Responsabilidad Penal Juvenil de Bahía Blanca, que realizó un allanamiento en una vivienda de la calle 9 de Julio. En el operativo se secuestró material relacionado con el ataque, incluyendo prendas con manchas de pintura y vestimenta utilizada durante el incendio.
Gabriel Álvarez, secretario de seguridad de Coronel Rosales, detalló que “el hecho se esclareció muy rápido gracias a marcas particulares en las pintadas, el análisis de cámaras de seguridad y la revisión de redes sociales públicas. Se encontraron prendas y manchas de pintura que confirmaron la autoría”.
El responsable resultó ser un adolescente de 15 años, vecino de Pehuen Co, quien confesó ante su madre y su abuelo haber provocado tanto el incendio como las pintadas. Su abuelo realizó la denuncia, y el menor fue detenido mientras caminaba por la calle. Posteriormente fue trasladado al Hospital Municipal por intoxicación, y no se descarta su derivación a un centro de salud mental.
El caso adquirió mayor dramatismo cuando el joven publicó un video en Instagram aparentando un intento de suicidio, ingiriendo pastillas y sosteniendo una soga. La policía lo encontró semidesvanecido en un camping y lo trasladó de urgencia al hospital de Punta Alta, donde se le practicó un lavado de estómago y quedó bajo observación.
A pedido de la fiscal Betina Úngaro, titular de la UFIJ de menores N.º 1, el Juzgado de Garantías del Joven N.º 2 dictó una medida de seguridad restrictiva de la libertad para el adolescente.
Según las investigaciones, el joven es seguidor del black metal, un subgénero musical surgido en Europa del Norte en los años ochenta, vinculado a movimientos anticristianos, reflejado en las inscripciones encontradas en Pehuen Co.
La Parroquia Sagrada Familia, construida en 1957 por la arquitecta Beatriz Marseillán, tiene un profundo arraigo en la comunidad local. Sus piedras fueron traídas como lastre del barco La Soberana, encallado en 1879. Inicialmente funcionó como un pequeño oratorio y luego se amplió para albergar misas, casamientos y bautismos, con una ampliación celebrada en 2004 por su cincuentenario.
El padre Adan Caraballo, desde Punta Alta, expresó su dolor por la pérdida: “El techo se ha derrumbado, solo quedan las columnas. Es muy doloroso para toda la comunidad de Pehuen Co y del Sagrado Corazón. Pido sus oraciones y acompañamiento”. A pesar de la destrucción, algunos objetos sagrados como los óleos y las formas eucarísticas permanecieron intactos, al igual que una imagen de la Virgen, “como si el fuego se hubiera detenido ante ella”.
El hecho recuerda los incendios de iglesias en Noruega durante los años 90, cometidos por integrantes de la escena black metal, que utilizaban la quema de templos como acto de oposición al cristianismo y restauración de antiguas creencias paganas. Bandas como Mayhem y Burzum fueron protagonistas de estos hechos, que incluyeron incendios, profanaciones y violencia cultural, con repercusiones que marcaron la sociedad noruega de la época.
Pehuen Co enfrenta ahora la reconstrucción de su capilla y la recuperación emocional de su comunidad, mientras el caso continúa bajo investigación.









