Este martes 27 de mayo falleció a los 81 años Juan Ramón Verón, símbolo eterno de Estudiantes de La Plata y protagonista central de la época dorada del club. “La Bruja”, como era conocido, murió tras una descompensación en su domicilio. Fue trasladado de urgencia al Instituto Médico Platense, donde finalmente perdió la vida.
El ex delantero albirrojo, padre del actual presidente del club Juan Sebastián Verón, integró el legendario equipo dirigido por Osvaldo Zubeldía que ganó todo a fines de los años 60. Conquistó un campeonato local, tres Copas Libertadores y la histórica Copa Intercontinental de 1968 frente al Manchester United en Old Trafford, donde marcó el gol decisivo que selló el título mundial para Estudiantes.
Durante las últimas semanas, Verón había enfrentado un delicado cuadro de salud, con una internación prolongada por insuficiencia renal. Aunque fue dado de alta, su estado se mantuvo frágil hasta la descompensación fatal de este martes.
La fecha de su fallecimiento coincide con el 55° aniversario de la obtención de la tercera Copa Libertadores del club, un torneo en el que fue determinante: anotó en la semifinal contra River Plate y celebró la coronación ante Peñarol en Montevideo.
Estudiantes de La Plata expresó su dolor en un comunicado oficial:
“Con profundo dolor informamos el fallecimiento de Juan Ramón Verón, emblema indiscutido de nuestra historia, referente absoluto de nuestra identidad y símbolo eterno del compromiso, la humildad y la pertenencia que distinguen al Club”.
También extendieron su apoyo al presidente del club y su hijo, Juan Sebastián, quien compartió con su padre no solo la camiseta albirroja, sino un legado de pasión, esfuerzo y gloria.
Como primer gesto de homenaje, el plantel profesional de Estudiantes saldrá esta noche al campo de juego con brazaletes negros en el partido frente a Carabobo (Venezuela) por la Copa Libertadores. Se espera que CONMEBOL autorice un tributo más amplio.
El club informó que los detalles del sepelio se comunicarán en las próximas horas.
Estudiantes despide así a una de sus máximas leyendas. El nombre de Juan Ramón Verón quedará grabado por siempre en la historia del fútbol argentino.