En un lapso inferior a dos años de gestión, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires alcanzó la recuperación de 500 propiedades que se encontraban usurpadas, restituyéndolas a sus propietarios legítimos. La iniciativa se inscribe en una estrategia de seguridad que, según el jefe de Gobierno, Jorge Macri, “se basa en hacer cumplir la ley y defender la propiedad privada”.
“En Buenos Aires se había naturalizado convivir con propiedades usurpadas. Nosotros tomamos una postura bien clara: hacer cumplir la ley y defender la propiedad privada. No cambiaron las leyes, lo que cambió fue la decisión política”, afirmó Macri durante una conferencia realizada este jueves en el edificio conocido como el “Elefante Blanco”, en el barrio de Belgrano.
El mandatario estuvo acompañado por propietarios que recuperaron sus inmuebles, el ministro de Seguridad, Horacio Giménez, y el secretario de Seguridad, Maximiliano Piñeiro. El “Elefante Blanco”, una construcción de 12 pisos y tres cuerpos ubicada en Olazábal 3432, permaneció tomada durante sesenta años y fue desalojada en enero de este año.
Entre los antecedentes más resonantes también figura la recuperación de la Casa Blaquier en el Casco Histórico; la “Galería del Terror” en Nueva Pompeya, ocupada durante dos décadas; una parte del Mercado de Bonpland en Palermo; y un predio de 2.500 metros cuadrados en Paseo Colón y San Juan, que funcionaba como campo deportivo del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) sin autorización.
La restitución de propiedades alcanzó diversos barrios porteños, entre ellos Constitución, San Telmo, Flores, Almagro, La Boca, Villa Crespo, Barracas, Once y Villa del Parque, donde estaba ubicado el predio conocido como “La Lechería”.
“En menos de dos años recuperamos 500 propiedades, una por día hábil. En la gestión anterior se hacían 30 al año, como mucho. Detrás de cada propiedad hay una historia, una familia, un vecino que recuperó lo que era suyo. Esa tranquilidad la vamos a defender y sostener: no vamos a tolerar que ninguna propiedad vuelva a ser usurpada”, remarcó Macri.
El operativo número 500 tuvo lugar en un antiguo hotel de Chile 1228, en Monserrat, donde se detectó que las habitaciones eran subalquiladas en condiciones precarias, sin servicios básicos y con deterioros estructurales. La intervención se realizó tras la denuncia de Luciana Palacio, heredera del inmueble, quien había alertado que el lugar estaba tomado desde hacía 18 años. La presentación por usurpación, radicada el 19 de agosto ante la Fiscalía Nº 21, derivó en un operativo conjunto de la Policía de la Ciudad con Espacio Público, Higiene Urbana, Emergencias, Bomberos y la Red de Atención.
“Cuando un lugar es usurpado todo lo que sucede alrededor es malo. Se multiplican el narcomenudeo, la trata, los delincuentes escondidos, los robos en los barrios. Por eso nunca vamos a justificar un delito ni relativizar la ley. En la Ciudad, la propiedad privada se respeta, el esfuerzo se valora y el Estado está del lado de quienes cumplen”, sostuvo el jefe de Gobierno.
Macri también valoró el trabajo de la Justicia y del Ministerio Público Fiscal, “que trabajan permanentemente para que se puedan recuperar propiedades”, y precisó que los barrios con más operativos fueron Balvanera (65), La Boca (39), Almagro (28), Barracas (24) y Constitución (23).
En simultáneo, la administración porteña intensificó los controles contra la venta ilegal en la vía pública: ya se realizaron 12 megaoperativos que alcanzaron a unos 18 mil manteros en zonas como Once, Flores —especialmente en avenida Avellaneda—, Parque Centenario, Constitución, Chacarita, Parque Patricios, Liniers, Parque Saavedra y Mataderos.








