El Congreso de Estados Unidos aprobó este miércoles una ley que pone fin al cierre de gobierno federal más prolongado en la historia del país, que se extendió por 43 días y afectó a cientos de miles de empleados públicos.
La Cámara de Representantes dio la aprobación final al proyecto con 222 votos a favor y 209 en contra, tras más de seis semanas de parálisis política provocada por las diferencias entre republicanos y demócratas sobre el futuro del programa de salud Obamacare.
La iniciativa, que ya había sido respaldada por el Senado, fue enviada al presidente Donald Trump para su promulgación. El texto establece un nuevo límite de financiación hasta el 30 de enero y asegura fondos para agencias clave durante el resto del año fiscal 2026, con el objetivo de evitar nuevos conflictos presupuestarios a corto plazo.
El cierre prolongado dejó a miles de trabajadores federales sin salario durante más de un mes, provocó retrasos en aeropuertos y obligó a muchas familias a recurrir a bancos de alimentos. De acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso, la crisis generó una pérdida económica estimada de 14.000 millones de dólares.
En la votación final, la mayoría de los republicanos y un pequeño grupo de demócratas respaldaron el texto negociado con el Senado. En cambio, buena parte del bloque demócrata votó en contra al considerar que el acuerdo implicaba una concesión política y no incluía la extensión del crédito fiscal sanitario que reduce el costo del seguro médico bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible.
Los republicanos defendieron que ese tema debía tratarse de manera independiente. “Hace 43 días dijimos, por pura experiencia, que los cierres del gobierno no funcionan”, señaló el representante Tom Cole, presidente republicano del Comité de Asignaciones de la Cámara. “Nunca logran su objetivo, y esta vez tampoco lo harán”, agregó.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, también culpó a los demócratas del estancamiento. “Sabían que causaría dolor y aun así lo hicieron. Todo el ejercicio fue inútil, erróneo y cruel”, afirmó en un discurso previo a la votación.
El paquete aprobado garantiza la financiación de la construcción militar, los asuntos de los veteranos, el Departamento de Agricultura y el Congreso hasta el próximo otoño. El resto del gobierno federal quedará cubierto hasta finales de enero.
Con la entrada en vigor de la ley, cerca de 670.000 empleados públicos suspendidos podrán volver a sus puestos, mientras que otros tantos que trabajaron sin salario —incluidos más de 60.000 controladores aéreos y personal de seguridad aeroportuaria— recibirán los pagos atrasados.
El acuerdo también contempla la restitución de los trabajadores despedidos durante el cierre, una medida que había generado controversia dentro del propio gobierno. En los próximos días, se espera que el transporte aéreo, gravemente afectado por la paralización, recupere su funcionamiento normal.
Según informó la Casa Blanca, el presidente Trump tiene previsto firmar la ley a las 9:45 p.m. (hora de Washington) en una ceremonia en el Despacho Oval. Aunque se mostró cauto tras la votación, el mandatario utilizó sus redes sociales para acusar falsamente a los demócratas de haber “costado a nuestro país 1,5 billones de dólares con sus recientes payasadas de cerrar el país de forma despiadada”.








