El presidente Javier Milei habló por primera vez tras su regreso de Estados Unidos, donde mantuvo una reunión con Donald Trump en la Casa Blanca. En diálogo con Eduardo Feinmann por A24, el mandatario se refirió a la polémica generada por los dichos del líder norteamericano, quien había sido interpretado como condicionando el apoyo financiero a una victoria electoral. “Eso fue una mala interpretación”, sostuvo Milei, y aclaró que mientras él “o alguien que defienda las ideas de la libertad” esté en la Casa Rosada, el respaldo estadounidense continuará.
“Se hizo una interpretación maliciosa que no me sorprende del periodismo argentino. Trump lo aclaró, manifiesta un total apoyo a mí, no hay dudas de que mientras yo sea presidente ese apoyo va a estar. Malinterpretaron con mucha malicia, el statu quo quiere que a la Argentina le vaya mal”, afirmó el jefe de Estado.
Y agregó: “Si él dice que me da un total apoyo, mi gestión es hasta el 27. El apoyo de Trump es explícito. Sea en 2027 o 2031 y viene otra expresión pero decide caminar por las ideas de la libertad, va a continuar el apoyo. No pretenda que apoye comunistas”.
Consultado sobre la publicación de Trump en redes sociales, donde hizo alusión a elecciones legislativas, Milei explicó: “Eso es un plus adicional, diciéndoles a los argentinos ‘vayan por este lado’. Leamos el tuit de arriba hacia abajo. Total apoyo a Javier Milei ¿hasta cuándo estoy yo? Hasta el 27. Entonces el apoyo es hasta ahí. Si fuera a ser reelecto, eso va a seguir. Quiere impulsar a los argentinos a que sigan con las ideas de la libertad”.
En esa línea, el mandatario lanzó una crítica a Axel Kicillof: “Si el que viene atrás sigue defendiendo las ideas de la libertad, lo va a seguir apoyando. Si viene un comunista, no. Se refiere a Kicillof. El socialismo del siglo XXI termina convirtiéndose en Venezuela. Cristina Kirchner le dio la Orden del General San Martín al terrorista de Maduro y firmó 12 acuerdos bilaterales. Está claro dónde pueden ir. Firmaron el pacto con Irán”.
Más adelante, Milei descartó que el apoyo financiero de Trump implique un intercambio por soberanía nacional y explicó que se trata de una estrategia internacional: “EEUU tenía una política hacia esta región que descuidaba a sus aliados y trataba de seducir a los que eran adversarios. Con la llegada de Marco Rubio, que entiende perfectamente la batalla cultural, decidieron cambiar el enfoque, y hoy premian a los aliados”.
“Hay una política internacional clara de Trump con cómo ve el ordenamiento del mundo. Está dispuesto a liderar la región y considera a la Argentina un aliado. Lo ha manifestado en palabras y hechos”, añadió.
En relación con la ayuda económica, que podría ascender a 40 mil millones de dólares, Milei aclaró: “No es un rescate”. Luego comparó la situación actual del Banco Central con la del kirchnerismo: “Entiendo que es muy difícil la posición de los economistas locales que erraron todos, son muy deshonestos intelectualmente. Cuando el kirchnerismo hacía déficit fiscal lo financiaba con emisión y le dejaba papelitos al BCRA. Los kirchneristas le robaban los dólares”.
“El programa con Estados Unidos implica que el Tesoro toma deuda y cancela el pasivo con el BCRA. Es decirle a los argentinos ‘no te voy a estafar más con la inflación’”, remarcó.
El presidente ratificó su plan económico y sostuvo que “no somos Suiza”, pero que “la dirección es la correcta”. Aseguró que las turbulencias en el mercado se despejarán después del 26 de octubre y reiteró que el sistema de bandas cambiarias se mantendrá sin modificaciones en el precio del dólar.
Según Milei, la mejora del poder adquisitivo llegará de la mano de nuevas inversiones. En ese sentido, destacó la inversión de 25.000 millones de dólares de Sam Altman y acuerdos con puertos internacionales como señales de confianza en la economía argentina.
El mandatario afirmó que estas inversiones demuestran el atractivo de un país que promueve la libertad económica y la innovación, especialmente en el ámbito de la inteligencia artificial. En su visión, Argentina podría alcanzar en una década niveles de vida similares a los de España y, en cuarenta años, convertirse en la nación más próspera del mundo.
Milei insistió en que no se trata de un cambio inmediato, sino de un proceso que requiere esfuerzo y reformas profundas. “A mí me sería más fácil mentirle a la gente, prefiero decir una verdad incómoda a una mentira confortable”, afirmó.
Respecto a la renuncia de José Luis Espert, Milei negó cualquier vínculo con el narcotráfico y calificó esas versiones como parte de “campañas sucias”. Restó importancia al episodio y dijo que, tras las elecciones legislativas, se podrán alcanzar consensos “con todos los que quieran ir por el lado de las ideas de la libertad”.
“Con los que usted no puede negociar es con los delincuentes, que son los kirchneristas. Con todos los demás, puede tener diferencias, pero hay consensos. Claramente puedo negociar con Provincias Unidas”, declaró.
En materia comercial, el jefe de Estado adelantó que en el corto plazo se anunciarán acuerdos preliminares con el gobierno de Trump. “Son acuerdos sobre posiciones comerciales, no es tratado de libre comercio, es preliminar. Usted tiene etapas, usted empieza a correr hoy, mañana no puede ir a disputarle a Usain Bolt”, comparó.
Por último, Milei negó presiones de Washington para cortar lazos con China y calificó de “malintencionadas” las versiones al respecto. Explicó que funcionarios como Caputo y Bausilli mantienen reuniones con representantes chinos en el marco del Banco Mundial, y criticó el nacionalismo económico como una de las causas del estancamiento del país.
Según el mandatario, la geopolítica mundial avanza hacia bloques alineados con Estados Unidos, China o Rusia, y Argentina es considerada el principal aliado norteamericano en la región. En ese contexto, volvió a defender el control de la cantidad de dinero como la causa central de la baja inflacionaria y rechazó que se deba a una economía paralizada.
“Es una burrada de los economistas decir que la inflación bajó porque está parada la economía. Alfonsín tenía la economía destrozada e híperinflación”, apuntó. Y concluyó: “Yo no dije que estamos viviendo en Suiza. Si seguíamos con el modelo castrochavista este momento sería peor. Pero sacamos a 12 millones de personas de la pobreza. Estamos a mitad de camino”.








