La protección de los menores en internet está ganando terreno en la agenda de las grandes compañías tecnológicas. Google anunció que comenzará a utilizar inteligencia artificial para verificar la edad de sus usuarios, con el objetivo de ofrecer una experiencia más segura y acorde a cada etapa de desarrollo. La medida forma parte de una estrategia integral que busca limitar el acceso de los adolescentes a contenidos no apropiados y evitar que la tecnología sea una puerta de entrada a riesgos digitales.
Inicialmente, esta nueva política será probada en un grupo reducido de usuarios en Estados Unidos, pero la compañía prevé expandirla a otros países, en línea con regulaciones como el Online Safety Act del Reino Unido, que obliga a las plataformas digitales a garantizar que los usuarios sean mayores de edad antes de acceder a contenidos para adultos, incluyendo pornografía, juegos de azar y, en algunos casos, hasta ciertas canciones en Spotify.
En el caso de Google, el sistema se basará en una doble herramienta: por un lado, un modelo de estimación de edad, alimentado por aprendizaje automático, que analiza señales ya vinculadas a la cuenta del usuario, como las búsquedas realizadas, los tipos de videos consumidos en YouTube o incluso el tiempo de uso. Por otro lado, si este modelo detecta que una persona podría ser menor de 18 años, se activará un proceso de verificación de edad, en el cual el usuario podrá confirmar su información a través del envío de un documento de identidad o una selfie.
Desde la compañía aseguran que este sistema fue diseñado con un fuerte enfoque en la privacidad. Google aclara que no se recopilarán nuevos datos personales ni se compartirán detalles sensibles con terceros, y que las medidas aplicadas estarán pensadas exclusivamente para adaptar los servicios a la edad real de cada usuario.
Cambios también en YouTube
En paralelo, YouTube —una de las plataformas más populares entre niños y adolescentes— también empezará a aplicar sistemas basados en IA para estimar la edad de sus usuarios. El objetivo es detectar cuándo una cuenta pertenece a un menor y, en ese caso, activar automáticamente funciones de seguridad: se deshabilitará la publicidad personalizada, se incorporarán herramientas de bienestar digital y se limitarán las recomendaciones de contenido que puedan resultar perjudiciales o inadecuadas.
Además, la plataforma explicó que, si un usuario es identificado erróneamente como menor, podrá verificar su edad de manera manual. “Queremos ofrecer experiencias relevantes y seguras para cada persona. La IA nos permite hacerlo de forma más eficiente y con menores fricciones para el usuario”, explicaron desde el equipo de desarrollo.
Restricciones en otros servicios de Google
El enfoque de protección no se limitará a YouTube. Google confirmó que, cuando un usuario sea identificado como menor de 18 años, se aplicarán automáticamente varias restricciones en diferentes servicios. Entre ellas:
- Se desactivará la línea de tiempo en Google Maps, para evitar el rastreo de ubicaciones pasadas.
- Se bloqueará la publicidad personalizada y se ajustarán las categorías de anuncios disponibles.
- Se impedirá el acceso a aplicaciones para adultos en Google Play Store.
- Se activarán por defecto las funciones de bienestar digital en YouTube.
- Se integrarán controles parentales más robustos a través de la app Family Link.
Estas decisiones se enmarcan en una tendencia más amplia en la industria tecnológica, que busca hacer frente a las críticas por el uso excesivo de las plataformas por parte de menores, la exposición a contenidos inapropiados, el impacto negativo en la salud mental y el uso de algoritmos que priorizan la atención sobre el bienestar del usuario.
Un debate que sigue abierto
La implementación de herramientas de verificación de edad no está exenta de controversias. Algunas voces advierten sobre el posible uso indebido de los datos personales o el riesgo de excluir por error a usuarios legítimos. Sin embargo, Google insiste en que su enfoque es equilibrado: “Queremos que los adultos puedan acceder libremente a los contenidos y servicios que necesitan, mientras garantizamos que los menores tengan una experiencia digital adecuada, segura y privada”, remarcaron desde la empresa.
Por ahora, la experiencia piloto en Estados Unidos servirá como banco de pruebas. En función de los resultados, se evaluará su despliegue global. En un contexto donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la protección de los usuarios más jóvenes se vuelve una prioridad que ninguna compañía puede ignorar.