El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, oficializaron este jueves una alianza tecnológica destinada a reforzar la cooperación en inteligencia artificial, computación cuántica y energía nuclear.
“Se trata del mayor paquete de inversión de esta naturaleza en toda la historia británica”, destacó Starmer en la residencia de campo de Chequers, en el marco de la visita de Estado del mandatario estadounidense. El premier describió el pacto como “innovador” y estratégico para el futuro económico de su país.
La llegada de Trump a Londres estuvo acompañada por compromisos concretos de compañías tecnológicas y financieras norteamericanas, que destinarán un total de 150.000 millones de libras —equivalentes a 205.000 millones de dólares— a distintos proyectos en Gran Bretaña en los próximos años.
Ambos líderes rubricaron un Acuerdo de Prosperidad Tecnológica, con inversiones que se traducirán en la creación de 15.000 empleos directos. Durante el encuentro, también abordaron cuestiones sensibles como los aranceles al acero y la situación internacional en Ucrania y Gaza.
Este nuevo entendimiento se suma a otro pacto energético nuclear firmado recientemente, y fue presentado como una muestra palpable de los beneficios que la “relación especial” entre Washington y Londres aporta a los trabajadores de ambos países.
El encuentro contó con la presencia de figuras clave de la industria, entre ellas Jensen Huang, CEO de Nvidia, quien valoró la magnitud de las inversiones estadounidenses en el Reino Unido. “En última instancia, esa es la verdadera prueba de la relación especial: cuánto beneficia a la gente común y trabajadora”, afirmó Starmer frente a empresarios en Chequers.
La visita de Trump, la segunda de Estado que realiza a territorio británico, estuvo cargada de simbolismo. Tras despedirse del rey Carlos III en el castillo de Windsor, el presidente llegó en el helicóptero Marine One a los jardines de Chequers, donde fue recibido por Starmer y su esposa Victoria, con la mansión engalanada con banderas británicas y estadounidenses y al son de gaitas escocesas.
Durante su estadía, Trump participó de un banquete en el castillo de Windsor, visitó la tumba de Isabel II en la capilla de San Jorge y compartió actos protocolares junto a la reina Camila y la princesa Catalina. Carlos III subrayó la relevancia del vínculo bilateral, mientras que el mandatario norteamericano definió la relación como “eterna” e “inquebrantable”.

El Gobierno británico informó que la visita incluyó compromisos de inversión récord por parte de firmas estadounidenses en sectores como energía limpia, ciencias de la vida, manufactura avanzada e inteligencia artificial. Entre los aportes más destacados se encuentran:
- Blackstone, con 100.000 millones de libras en proyectos inmobiliarios e infraestructura en la próxima década.
- Prologis, que invertirá 3.900 millones de libras en ampliar el campus biomédico de Cambridge y modernizar el puerto seco de Daventry.
- Palantir, que destinará 1.500 millones de libras a reforzar el sector de defensa.
- Amentum, con 150 millones de libras para proyectos de ingeniería que generarán más de 3.000 empleos especializados.
- Boeing, que convertirá en Birmingham dos aviones 737 para la Fuerza Aérea estadounidense, en la primera operación de este tipo en suelo británico en medio siglo.
Downing Street subrayó que la cooperación es recíproca: empresas británicas como GSK, BP, Sage y Revolut tienen previsto invertir más de 33.000 millones de libras en Estados Unidos.
Además, el Acuerdo de Prosperidad Tecnológica, que moviliza 31.000 millones de libras en áreas de inteligencia artificial, computación cuántica y energía nuclear con participación de gigantes como Microsoft y Google, refuerza el perfil estratégico de esta alianza histórica.