Escocia consiguió una de las victorias más memorables de su historia reciente al derrotar 4-2 a Dinamarca en un Hampden Park desbordado de emoción, resultado que le aseguró su presencia en el Mundial 2026 tras casi tres décadas de ausencia.
El conjunto dirigido por Steve Clarke llegaba a este encuentro obligado a ganar para obtener su pasaje a la Copa del Mundo en un auténtico duelo directo: Dinamarca, por su parte, solo necesitaba un empate para sellar su clasificación.
El arranque no pudo ser más alentador para los británicos. Apenas iban tres minutos cuando Scott McTominay desató la euforia con un gol tempranero que encendió la ilusión local. La respuesta danesa no tardó: Rasmus Højlund convirtió un penal y dio vuelta momentáneamente la historia al adelantar a la visita.
Cuando el partido entraba en su tramo decisivo, Lawrence Shankland devolvió la ventaja a Escocia a doce minutos del cierre, pero la tensión volvió enseguida después de que Patrick Dorgu anotara el 2-2 que dejaba a Dinamarca nuevamente rumbo al Mundial.
La clasificación parecía escaparse. Sin embargo, en el minuto 93 llegó el estallido definitivo: Kieran Tierney marcó el 3-2 que inclinó definitivamente la balanza en favor de Escocia. Ya en el cierre del tiempo agregado, Kenny McLean firmó el 4-2 que selló la hazaña y desató la fiesta en Glasgow.
Escocia vuelve al Mundial
Con esta victoria, Escocia volverá a disputar una Copa del Mundo por primera vez desde Francia 1998, cortando una sequía de 28 años. Será su novena participación mundialista, teniendo como mejor actuación el noveno puesto obtenido en Alemania 1974.
Una noche épica que quedará grabada para siempre entre las páginas doradas del fútbol escocés.









