Corrientes será protagonista este domingo 31 de agosto de una de las elecciones provinciales más relevantes del año. La provincia del Litoral definirá a su próximo gobernador y vicegobernador, en una contienda que presenta siete fórmulas inscriptas y un escenario abierto en el que todo indica que podría ser necesario un balotaje. Además, se renovarán bancas en la Legislatura local y se elegirán autoridades en la mayoría de los municipios.
En total, 950.576 ciudadanos están habilitados para votar en 2.808 mesas distribuidas en toda la provincia, lo que implica un despliegue logístico de magnitud. Sólo en la capital correntina se concentran alrededor de 313.000 electores en más de 900 mesas, seguidos por ciudades claves como Goya, Santo Tomé, Paso de los Libres, Ituzaingó y Curuzú Cuatiá.
Qué cargos se ponen en juego
El eje de la jornada estará en la elección de gobernador y vice, que marcará el rumbo político de Corrientes para los próximos cuatro años. Además, se renovarán 15 bancas de diputados provinciales titulares y 5 de senadores provinciales, junto con sus suplentes.
En paralelo, los comicios tendrán fuerte impacto en el nivel local: 73 municipios votarán intendentes y concejales, por lo que la elección también será determinante para el armado territorial de las distintas fuerzas políticas.
Sistema electoral y posibilidad de balotaje
Corrientes es una de las pocas provincias que aplica el sistema de balotaje para la elección de gobernador. Para consagrarse en primera vuelta, una fórmula deberá obtener más del 45% de los votos válidos o, en su defecto, superar el 40% con una diferencia de al menos 10 puntos sobre la segunda lista más votada.
Si ninguna fórmula logra esos umbrales, se celebrará una segunda vuelta el domingo 21 de septiembre entre las dos más votadas. Este mecanismo abre la puerta a negociaciones y alianzas en caso de que los resultados de mañana sean muy fragmentados, como anticipan varias encuestas.

Los principales candidatos
El oficialismo provincial, representado por la alianza Vamos Corrientes, llega con la fórmula de Juan Pablo Valdés, hermano del actual gobernador Gustavo Valdés, quien no puede ser reelecto. El radicalismo y sus aliados intentan prolongar la continuidad de un ciclo político que ya lleva dos mandatos al frente de la administración provincial.
Por su parte, La Libertad Avanza apuesta por Lisandro Almirón como candidato a gobernador. El espacio libertario busca capitalizar la figura del presidente Javier Milei en una provincia donde la competencia es más abierta que en otros distritos.
A ellos se suman otros cinco frentes que también competirán por el Ejecutivo provincial: Partido de la Esperanza, Encuentro por Corrientes, Partido Ahora, Cambiá Corrientes y Limpiar Corrientes. Todos ellos intentarán consolidar sus votos para entrar en la discusión grande o, al menos, asegurarse representación legislativa y municipal.
Logística y cuestionamientos opositores
El operativo electoral incluye la distribución de urnas a través de la empresa Andreani, mientras que la transmisión de datos estará a cargo de Telco, una compañía estatal provincial. Este último punto generó suspicacias en la oposición, que reclamó mayores garantías sobre la transparencia del escrutinio provisorio.
El Tribunal Electoral de la provincia informó que todo el material fue distribuido en tiempo y forma, y que las condiciones están dadas para un desarrollo normal de la jornada. La participación de veedores judiciales y partidarios será clave para reforzar la confianza en el proceso.
Una elección con fuerte impacto nacional
Aunque se trata de una elección provincial, lo que ocurra en Corrientes será seguido de cerca por todo el país. En un año marcado por la tensión política entre el oficialismo nacional y las provincias, el resultado en el Litoral puede significar un respaldo al radicalismo aliado a Juntos por el Cambio, un crecimiento de los libertarios en territorio interior o un repunte de las fuerzas opositoras locales.
Con siete fórmulas en carrera y sin un favorito claro que supere los umbrales de primera vuelta, la mayoría de los analistas coincide en que lo más probable es que se deba acudir al balotaje en septiembre. Allí, el juego de alianzas y la capacidad de seducción hacia los votantes de las fuerzas minoritarias serán determinantes.
Expectativa por la participación
En las últimas elecciones provinciales, Corrientes registró niveles de participación superiores al 70%. El oficialismo espera que ese piso se mantenga o incluso crezca, mientras que la oposición confía en un voto de cambio que pueda modificar el mapa político.
Mañana, desde temprano, los correntinos tendrán en sus manos la posibilidad de definir el futuro de la provincia. Será una jornada extensa y de gran expectativa, con el foco puesto no sólo en quién sucederá a Gustavo Valdés, sino también en el nivel de incidencia que logren los espacios emergentes y en la conformación de un escenario político que podría necesitar una segunda vuelta para consagrar al próximo gobernador.