La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue trasladada durante la tarde de este sábado al Sanatorio Otamendi, en la Ciudad de Buenos Aires, para someterse a una evaluación médica exhaustiva luego de presentar un fuerte dolor abdominal. Tras los estudios realizados, los médicos confirmaron un cuadro de apendicitis y decidieron avanzar con una intervención quirúrgica, que se llevó a cabo con la correspondiente autorización judicial.
La decisión de trasladarla al centro de salud se tomó luego de que profesionales médicos acudieran al departamento ubicado en San José 1111, donde la ex mandataria cumple prisión domiciliaria. Tras una primera revisión, consideraron necesario realizar estudios más complejos en un ámbito hospitalario.
Según indicaron fuentes cercanas a la ex presidenta, la cirugía “salió bien” y se desarrolló sin complicaciones. El procedimiento contó con la habilitación de la Justicia, en el marco de las condiciones de detención que rigen sobre la ex jefa de Estado.
El Sanatorio Otamendi es un centro médico de confianza para Cristina Kirchner. Allí ya había sido atendida en oportunidades anteriores. En 2021, fue sometida a una histerectomía en esa clínica, que constituyó la última intervención quirúrgica de carácter público que se conocía hasta el momento.
Con anterioridad, en 2013, la entonces presidenta fue intervenida en el Hospital Universitario de la Fundación Favaloro, donde se le removió una colección subdural crónica. Un año antes, en 2012, había sido operada en el Hospital Universitario Austral de Pilar, donde se le extirpó un tumor de la glándula tiroides.
Además, en distintas ocasiones, Cristina Kirchner permaneció internada varios días en centros de salud del Área Metropolitana de Buenos Aires por afecciones de menor gravedad.
Tras conocerse la noticia de la intervención quirúrgica, militantes y seguidores comenzaron a concentrarse en las inmediaciones del Sanatorio Otamendi para expresar su respaldo. Durante la tarde y la noche del sábado, varias personas se acercaron con carteles y pancartas en apoyo a la ex mandataria. Una de las primeras banderas desplegadas frente a la clínica llevaba la consigna “Nunca caminarás sola”.
Cristina Kirchner, de 72 años, cumple prisión domiciliaria en su departamento del barrio de Constitución tras ser condenada en la causa conocida como “Vialidad”. El pasado 10 de junio, la Corte Suprema de Justicia dejó firme la sentencia dictada en noviembre por la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, que investigó el delito de defraudación al Estado mediante contratos de obra pública.
La resolución confirmó la condena a seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, además del decomiso de aproximadamente 84.000 millones de pesos.
Esta misma semana, el máximo tribunal también dejó firme la decisión que ordenó la colocación de una tobillera electrónica a la ex presidenta como parte de las condiciones de cumplimiento de la pena.
En un fallo firmado este jueves, los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti rechazaron las recusaciones planteadas en su contra, desestimaron el recurso de apelación contra el uso del dispositivo de monitoreo electrónico por falta de fundamentación autónoma y declararon inoficioso un pronunciamiento adicional en la causa.
En el marco de la ejecución de la condena, el Tribunal Oral Federal N.º 2 de la Ciudad de Buenos Aires dispuso dos medidas clave: la colocación del dispositivo de monitoreo electrónico y la obligación de solicitar autorización judicial para recibir visitas que no se encuentren incluidas en una nómina previamente aprobada de familiares, médicos y abogados. La decisión se fundamentó en la frecuencia de visitas que la ex mandataria recibe en el domicilio donde cumple el arresto.
Esa resolución fue apelada por la defensa de Cristina Kirchner, pero luego confirmada por la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal. Ante esa negativa, la ex presidenta presentó un recurso extraordinario que fue rechazado, lo que derivó en una queja ante la Corte Suprema.
Los abogados de la ex mandataria sostuvieron que las medidas implicaban un perjuicio concreto y actual, al considerar que constituían restricciones arbitrarias a derechos constitucionales, como la intimidad, la razonabilidad y la proporcionalidad.
Por otra parte, el martes pasado, el juez del TOF N.º 2, Jorge Gorini, resolvió mantener el régimen de prisión domiciliaria en el departamento de San José 1111, pero autorizó a Cristina Kirchner a utilizar la terraza del edificio por un máximo de dos horas diarias, en una medida equiparada a la salida al patio prevista para internos en establecimientos penitenciarios.
La ex presidenta puede continuar saliendo sin restricciones al balcón de su departamento y, a partir de esta resolución, también acceder a la terraza bajo las condiciones establecidas.
La decisión judicial ratificó la continuidad del arresto domiciliario, el uso de la tobillera electrónica y los controles trimestrales, aunque introdujo modificaciones en el régimen de visitas sin necesidad de autorización previa. En ese sentido, se redujo el número de personas con ingreso irrestricto y, en algunos casos, se exigirá detallar los motivos de las visitas, lo que alcanza a ciertos abogados, médicos, contadores y familiares.

