La crisis de gobierno en Francia provocó un fuerte impacto en los mercados financieros este lunes. Los costos de endeudamiento del Estado se dispararon, el índice bursátil de París cayó con fuerza y las acciones bancarias sufrieron pérdidas considerables tras la sorpresiva dimisión del primer ministro Sébastien Lecornu.
En la bolsa de valores de París, donde cotizan las principales empresas del país, las pantallas reflejaban la tensión del mercado. El CAC 40, principal indicador bursátil francés, descendía un 1,5% hacia las 10:25 GMT, después de haber caído más del 2% poco después del anuncio oficial de la renuncia.
El aumento del rendimiento de los bonos soberanos generó un efecto dominó en el sector bancario, ya que las entidades financieras son grandes tenedoras de deuda pública francesa. BNP Paribas retrocedió más de 4%, Société Générale se desplomó 5% y Crédit Agricole perdió más del 4%.
Alexandre Baradez, analista de mercado de IG France, explicó que “la reacción negativa de las acciones bancarias está directamente vinculada a la salida de Lecornu” y agregó que “con el incremento de los rendimientos a 10 años, los inversores están reajustando su exposición al riesgo”.
El rendimiento de los bonos del Estado francés a 10 años —una referencia clave del costo de endeudamiento del país— alcanzó brevemente el 3,61% antes de retroceder al 3,57%, lo que representa un alza respecto del 3,51% de la sesión anterior.
“Si la tasa supera el umbral del 3,60%, la deuda francesa podría verse sometida a fuertes presiones especulativas, aumentando el nerviosismo de los mercados”, advirtió Antoine Andreani, director de investigación de la plataforma XTB France.
El diferencial entre los bonos franceses y los alemanes, que mide el riesgo percibido por los inversores en comparación con Alemania, también se amplió a su nivel más alto en nueve meses: 89 puntos básicos, frente a los 81 registrados el día anterior.
“La dimisión de Lecornu ha generado una fuerte incertidumbre política. Los mercados temen un efecto dominó en la política económica y fiscal del gobierno”, añadió Andreani.
Lecornu, ex ministro de Defensa, había sido designado por el presidente Emmanuel Macron hacía menos de un mes, en lo que ya se considera el mandato más breve de un primer ministro en la Francia moderna. Su gabinete, presentado apenas un día antes de la renuncia y sin cambios significativos, fue duramente criticado desde todos los sectores políticos.
El ahora ex primer ministro enfrentaba un panorama complejo: debía conseguir la aprobación de un presupuesto de austeridad para el próximo año en un Parlamento profundamente dividido. Sus dos antecesores, François Bayrou y Michel Barnier, también habían caído en medio de enfrentamientos legislativos sobre el gasto público.
La salida de Lecornu agrava la sensación de parálisis institucional y deja a Macron frente a un escenario incierto, con un país que combina inestabilidad política, presión financiera y creciente desconfianza del mercado.