San Lorenzo y Huracán no lograron sacarse ventajas en el clásico jugado en el Nuevo Gasómetro y terminaron 0-0 por el Torneo Clausura 2025 en un encuentro cargado de tensión, con poco juego asociado y varias incidencias arbitrales que marcaron el desarrollo.
El partido se abrió rápidamente con una jugada determinante: a los 25 minutos del primer tiempo, Luciano Giménez fue expulsado por un codazo a Ignacio Perruzzi en plena disputa de la pelota. La acción generó un fuerte clima dentro del campo de juego, con discusiones, amonestaciones y hasta un empujón de Gill al delantero del Globo que también le valió la amarilla. Desde ese momento, San Lorenzo dispuso de superioridad numérica, aunque nunca encontró los caminos para imponerla en el marcador.
Con la gente de Boedo empujando desde las tribunas, el equipo de Damián Ayude buscó abrir el partido mediante remates lejanos de Báez y Perruzzi, que se fueron desviados. Sin embargo, a pesar de la presión constante, Huracán se mantuvo firme en defensa y encontró en Galíndez a una figura clave para contener cada intento azulgrana. En paralelo, el clima en el banco visitante también fue caliente: Frank Kudelka tuvo un fuerte cruce verbal con el árbitro Nicolás Ramírez, que reflejó la tensión de un clásico muy disputado.
En el complemento, el Ciclón tuvo la chance más clara de la tarde a través de un penal sancionado por el juez luego de una infracción de Nervo sobre Reali dentro del área. Sin embargo, la jugada no se transformó en gol y el local dejó pasar una gran oportunidad de abrir el marcador. Poco después, Cerutti y Cuello intentaron generar peligro por las bandas, pero entre la imprecisión y la seguridad de Galíndez las situaciones nunca prosperaron.
La ocasión más clara del clásico, paradójicamente, quedó en los pies de Huracán. Sobre los 36 minutos de la segunda parte, Agustín Urzi presionó a Báez, le robó la pelota y habilitó a Matías Tissera, que corrió mano a mano contra Orlando Gill. El delantero del Globo tuvo todo para marcar, pero su remate salió desviado y desperdició una chance inmejorable para llevarse un triunfo histórico.
El resto del partido mostró un San Lorenzo con más ganas que ideas, sumando variantes desde el banco como Herazo, Salinardi y Ladstatter, pero sin conseguir la profundidad necesaria. Huracán, en tanto, realizó varias modificaciones para oxigenar el equipo y aguantó con firmeza hasta el final, incluso con uno menos durante más de una hora.
El empate terminó dejando a San Lorenzo con sabor amargo, ya que con este resultado alcanzó a River en lo más alto de la Zona B pero no pudo aprovechar la ventaja numérica ni las ocasiones generadas. Para Huracán, en cambio, el punto se celebró como un premio al esfuerzo: el Globo quedó tercero en la Zona A y volvió a demostrar su capacidad para resistir en un estadio donde apenas consiguió un triunfo en toda su historia.