Las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026 llegaron a su fin. En la fecha 18, Chile recibió a Uruguay en el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos, en Santiago, bajo la conducción arbitral de Anderson Daronco. El equipo dirigido por Ricardo Gareca se midió ante la Celeste de Marcelo Bielsa en un duelo que terminó sin emociones.
Ya sin chances de clasificación, el seleccionado chileno buscaba despedirse con un triunfo ante su público, pero la falta de ideas y la fricción constante en el juego hicieron que el partido careciera de atractivo.
En la primera mitad, ambos conjuntos intentaron generar peligro sobre los arcos defendidos por Lawrence Vigouroux y Santiago Mele. No obstante, el desarrollo fue parejo y los equipos se marcharon al descanso con el marcador en cero.
La segunda parte mantuvo la misma tónica. Con un trámite disputado lejos de las áreas, el 0-0 parecía sentenciado desde temprano. Finalmente, el empate se firmó como un resultado que no afectaba demasiado a ninguno de los dos.
El gran golpe para los trasandinos fue haber cerrado la clasificación en la última posición de la tabla, repitiendo la frustración de no estar presentes en un Mundial, tal como ocurrió en Rusia 2018 y Qatar 2022. Una vez más, Chile deberá seguir la máxima cita del fútbol desde afuera.
Muy distante de los tiempos gloriosos del bicampeonato de América o de aquellas participaciones destacadas bajo el mando de Marcelo Bielsa en Sudáfrica 2010 y de Jorge Sampaoli en Brasil 2014, el combinado andino enfrenta ahora la necesidad de un profundo recambio para volver a ser competitivo tras más de una década de altibajos.
En contraste, Uruguay afronta con ilusión lo que viene. Con la guía de Bielsa y el recuerdo de sus títulos en 1930 y 1950, la Celeste se prepara para intentar otra vez conquistar el trofeo más deseado del planeta.