Miles de pasajeros vivieron una mañana caótica en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde un inesperado colapso en el control de pasaportes provocó largas esperas, frustración generalizada y escenas de agotamiento. Algunos viajeros aseguraron haber estado retenidos hasta cuatro horas sin recibir explicaciones y con personas “tiradas por el suelo” debido al cansancio.
El incidente afectó principalmente a pasajeros extracomunitarios que intentaban ingresar al país. En la zona de llegadas, los encuentros con abrazos y emociones contrastaban con los rostros visiblemente molestos y agotados de quienes acababan de atravesar la odisea. “Hemos estado cuatro horas esperando con gente tirada por el suelo desesperada”, contó uno de los afectados al diario 20minutos.
La crítica más reiterada fue la ausencia total de información durante las horas de espera. “Nadie nos ha informado de nada, es una puta vergüenza joder”, se quejó otro pasajero, reflejando el clima de tensión que se vivió, aunque sin llegar a registrarse incidentes de gravedad.
Desde fuera de la zona de seguridad, los mostradores de AENA lucían tranquilos, sin indicios del colapso que ocurría a pocos metros. Mientras tanto, varios viajeros no lograron embarcar a tiempo y responsabilizaron a las autoridades aeroportuarias por la falta de previsión y coordinación.
A pesar del caos, los testigos destacaron que el ambiente general fue cordial y que el enojo no escaló a situaciones de violencia, aunque el malestar por la desorganización fue unánime. Hasta el momento, no se emitió un comunicado oficial detallando las causas del colapso.