Boca Juniors logró acceder a una instancia que hacía tiempo no vivía. Pasaron algunos torneos, quizá un par de años, desde la última vez que el equipo se encontró en una situación similar. Y esta noche, el conjunto dirigido por Claudio Úbeda confirmó su levantada.

El partido comenzó con un primer tiempo muy favorable para Boca, que consiguió destrabar el marcador de la manera que ya se volvió una marca registrada del ciclo: la pelota parada. Tras un córner conectado por Miguel Merentiel, el arquero dio rebote y Ayrton Costa apareció para empujarla al gol, estableciendo el 1-0. Desde ese momento, el equipo se mostró superior a Argentinos Juniors.
Sin embargo, siempre aparece un matiz. Cuando se inició el segundo tiempo y parecía que Boca podía arrollar aprovechando la ventaja, el desarrollo cambió. El equipo sabía que Argentinos iba a adelantarse y buscaba lastimar de contra, pero esa posibilidad no terminó de concretarse. Además, los cambios no ofrecieron la energía de otros encuentros: en los últimos cinco partidos, los ingresos desde el banco habían sido determinantes, pero esta vez no sumaron como se esperaba.
Quedó a la vista que, estando en plenitud, tanto Giménez como Merentiel aportan mucho más que lo que hoy puede ofrecer Cavani. Aun así, Boca mostró coraje y corazón para sostener el resultado. Le costó incluso cruzar la mitad de la cancha, y cada avance se volvió más complicado con el paso de los minutos.
Después de 51 minutos de juego, y con un arbitraje que dejó mucha tela para cortar, Echenique marcó el final y Boca selló su clasificación a semifinales. ¿El próximo rival? Podría ser Racing o Tigre; la definición llegará en los próximos días. Lo cierto es que la Bombonera será sede de una de las semifinales el fin de semana próximo, y de allí saldrá uno de los finalistas del campeonato.
Respecto al arbitraje, el desempeño de Echenique mereció un apartado especial. Cumplió una labor que podría calificarse de correcta en términos generales, aunque repleta de detalles: amonestó a más de la mitad del equipo de Boca y prácticamente cada acción del Xeneize terminaba sancionada como infracción. No se trata de un “llanto”, sino de una percepción sobre una actitud que resultó, al menos, parcial.

Con este triunfo, Boca se mete entre los cuatro mejores y se prepara para el tramo decisivo de la Liga. Además, hubo dos puntos altos para destacar: Marchesín, que tuvo una actuación sobresaliente, y Palacios, que volvió a mostrar un nivel muy sólido.








