Este miércoles 9 de julio se celebra un nuevo aniversario del Día de la Independencia en Argentina, una de las fechas más trascendentales de su historia. Hace 209 años, en 1816, se firmó el Acta que proclamó oficialmente la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata respecto de la monarquía española, en una sesión histórica que tuvo lugar en la ciudad de San Miguel de Tucumán.
Aquel día, durante el Congreso General Constituyente, las provincias expresaron su voluntad de emanciparse no solo del dominio español, sino también de cualquier otra potencia extranjera. Fue el punto culminante de un largo proceso iniciado seis años antes.
El camino hacia la independencia
El deseo de independencia comenzó a gestarse tras la Revolución de Mayo de 1810. A partir de entonces, se intensificaron los debates en torno a cómo y cuándo debía formalizarse la ruptura. Sin embargo, la falta de consenso entre los miembros de la Junta Grande postergó la decisión durante varios años.
En ese contexto, se formaron dos corrientes bien diferenciadas. Por un lado, los seguidores de Mariano Moreno proponían no solo declarar la independencia, sino también llevar adelante una revolución política con profundas reformas económicas. En cambio, el sector liderado por Cornelio Saavedra se inclinaba por un cambio paulatino, evitando alterar el orden colonial vigente.
La sesión del 9 de julio
En julio de 1816, Ignacio Álvarez Thomas —en ese momento a cargo del Ejecutivo en reemplazo de José Rondeau— convocó a un Congreso General Constituyente en Tucumán. El tema principal de debate fue la forma de gobierno. La mayoría de los representantes se inclinaban por una monarquía constitucional, al estilo de los modelos europeos predominantes en ese entonces.
El 9 de julio amaneció soleado en San Miguel de Tucumán. A las dos de la tarde, los diputados comenzaron la sesión en la casa de Francisca Bazán de Laguna —hoy conocida como la Casa Histórica de Tucumán, declarada Monumento Histórico Nacional en 1941—.
El diputado por Jujuy, Sánchez de Bustamante, propuso tratar el tema de la independencia. Acto seguido, el secretario Juan José Paso preguntó a los presentes si deseaban que las Provincias de la Unión fuesen “una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli”. La respuesta fue unánime: todos los diputados votaron afirmativamente.
El contenido del Acta de la Independencia
Ese mismo día quedó firmada el Acta de la Independencia, la cual proclamaba la separación definitiva del rey Fernando VII y de cualquier otro vínculo con la metrópoli española.
Pero la definición final del documento tardaría unos días más. El 19 de julio, ante rumores de maniobras internas que podrían llevar a entregar el territorio a Inglaterra o Portugal, el diputado Pedro Medrano propuso incorporar una cláusula clave: además de la independencia de España, debía aclararse que también se repudiaba “toda dominación extranjera”.
Así se selló un mensaje contundente al resto del mundo: la Argentina nacía como una nación soberana. El Acta estuvo acompañada por un documento titulado “Fin de la Revolución, principio del Orden”, que buscaba transmitir una imagen de estabilidad frente a las potencias europeas, aún reticentes a aceptar procesos revolucionarios tras la caída de Napoleón.
Hoy, a más de dos siglos de aquel acontecimiento, el 9 de julio sigue siendo un símbolo de libertad, unidad y decisión colectiva en la historia argentina.