La planificación familiar permite que personas y familias puedan elegir cuántos hijos tener y cuándo tenerlos, en función de sus deseos, proyectos y realidades. Pero va mucho más allá del control de la natalidad: abarca también la educación sexual integral, la prevención y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual (ETS), el asesoramiento preconcepcional y durante el embarazo, y el tratamiento de la infertilidad.
En definitiva, se trata de una herramienta fundamental para ejercer el derecho a la salud sexual y reproductiva, y para vivir con libertad, bienestar y autonomía.
¿Cuáles son los métodos anticonceptivos más utilizados?
Los programas de planificación familiar se sustentan en el acceso a métodos anticonceptivos eficaces, variados y seguros. Entre ellos se destacan:
Métodos de barrera: preservativo, diafragma, capuchón cervical.
Métodos físicos-biológicos: DIU (dispositivo intrauterino).
Métodos hormonales: píldora, anillo vaginal, anticonceptivos inyectables, subdérmicos o DIU hormonal.
Métodos químicos: espermicidas.
Métodos permanentes: ligadura de trompas, vasectomía, histerectomía.
Métodos naturales: Ogino-Knaus, Billings, temperatura basal, sintotérmico.
Anticoncepción de emergencia: píldora del día después (Levonorgestrel, Mifepristona, Ulipristal).
¿Por qué no todos acceden a estos métodos?
No siempre las personas tienen acceso a los métodos anticonceptivos, y existen muchas circunstancias que hacen que la población sexualmente activa no haga uso de ellos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los principales factores que inciden en el uso o no de anticonceptivos, como método de planificación familiar, son los siguientes:
Obstáculos por razón de género para acceder a los servicios de planificación familiar.
Oferta de métodos anticonceptivos.
Acceso a los servicios de planificación familiar, por parte de la población juvenil, con menos recursos y personas solteras.
Desconocimiento en el manejo y posibles reacciones adversas por el uso de algún método anticonceptivo.
Oposición o rechazo por razones culturales o religiosas.
Prejuicios de usuarios y profesionales contra algunos métodos anticonceptivos.
Beneficios clave de la Planificación Familiar
- El uso del preservativo contribuye a prevenir la transmisión del SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual.
- Evitan los embarazos no deseados y abortos.
- Contribuye a una mejor preparación física y emocional sobre el número de hijos a procrear, así como el intervalo de los embarazos.
- Permite planificar con tiempo los gastos recurrentes, durante el embarazo y la crianza de los hijos.
- Disminución de la mortalidad materna y fetal, por embarazos no deseados en la población femenina joven (adolescentes).

Datos actuales que no podés ignorar
- Para el año 2019 se estimó que de 1.900 millones de mujeres en edad reproductiva (entre 15 y 49 años) en el mundo, 1.112 millones requieren la utilización de métodos de planificación familiar. De ellas, 842 millones de personas utilizan métodos anticonceptivos y 270 millones tienen necesidades desatendidas en materia de anticoncepción.
- A nivel mundial, el 75,7% de las mujeres en edad reproductiva tienen sus necesidades de planificación familiar satisfechas con métodos modernos, mientras que en África Central y Occidental esta cifra no supera el 50%.
- Se destaca el incremento del uso de anticonceptivos en Asia y América Latina en los últimos cinco años, aunque en otras regiones como África Subsahariana sigue siendo bajo.
- Los métodos anticonceptivos masculinos más utilizados son el preservativo y la esterilización mediante procedimiento quirúrgico (vasectomía).
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) está actualizando las directrices para apoyar a los países en su aplicación, así como ampliar la gama de métodos anticonceptivos femeninos y masculinos.
La planificación familiar es un derecho humano esencial. No solo ayuda a decidir sobre la propia reproducción, sino que también incide directamente en la salud, la igualdad de género, la educación, la economía y el medio ambiente. Promover el acceso universal a estos servicios es clave para construir sociedades más justas y libres.