Una casa de electrodomésticos de la localidad bonaerense de San Francisco Solano, partido de Almirante Brown, fue escenario de un salvaje asalto, en el que cuatro delincuentes irrumpieron violentamente en el comercio, atropellaron a una nena de siete años —hija de los propietarios—, la pisaron y hasta le apuntaron con un arma en la cabeza. Todo el episodio quedó registrado por una cámara de seguridad.
El hecho ocurrió este martes sobre la avenida San Martín al 2258, entre las calles 893 y 894, donde el grupo de ladrones ingresó armado, con guantes de látex y barbijos. Las imágenes de la filmación muestran cómo la menor, que se encontraba patinando con rollers dentro del local, fue embestida por uno de los asaltantes que entró a toda velocidad y la hizo caer.
Detrás de él ingresaron tres cómplices que se dispersaron por el comercio, mientras la madre de la nena intentaba protegerla. En medio del caos, uno de los delincuentes le apuntó con su arma a la cabeza de la niña.
Durante el robo, los asaltantes se llevaron cuatro televisores, celulares de los empleados y boletas del establecimiento, para luego escapar a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok blanca, que había sido robada el día anterior en Lomas de Zamora.
La intervención del Grupo Táctico Operativo (GTO) de la comisaría local permitió, tras analizar imágenes captadas por el Centro de Emergencias Quilmes, identificar la patente del vehículo utilizado en la huida. Gracias a esa pista, los investigadores realizaron tareas de campo que derivaron en la localización de la camioneta en la intersección de las calles Cala y Rosa, en Almirante Brown.
Al inspeccionarla, los efectivos constataron que los cristales del vehículo exhibían una patente con pedido de secuestro activo por robo automotor, solicitado el 4 de noviembre por la UFI Nº 6 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. En el interior se encontraron boletas pertenecientes al local asaltado.
La causa quedó caratulada como robo agravado por el uso de arma de fuego. “La verdad que fue terrible ese día. Mucho miedo por parte de todos, mis compañeros, el dueño, que ver a su hija de siete años tirada en el suelo y apuntada con un arma debe ser dificilísimo”, contó Lautaro, uno de los empleados, al canal TN.
“Yo estaba en el interior del local y siento que me agarran bruscamente del cuello, me sujetan y me ponen un arma en la cabeza. Me dicen: ‘Quedate quieto, dame todo’. Me llevaban para el fondo, tiraron a mi compañero al suelo y le sacaron el celular”, relató el trabajador.
Según su testimonio, los delincuentes estaban encapuchados, con barbijos y camperas rompevientos, y actuaron con gran violencia: “Me llevan a la oficina, me hacen poner de rodillas y me exigen que diga dónde está la plata. Les di lo que había en la caja registradora. Antes de irse se llevaron un televisor de 65 pulgadas y contratos de venta del local”.
También sustrajeron celulares personales y de trabajo. “Fue todo tan rápido, tan repentino. Uno está laburando y nunca espera que pasen estas cosas. Somos los últimos en el local que trabajamos hasta las seis de la tarde. Todos agradecieron que no fuera al mediodía”, concluyó el empleado.
