Uruguay se convirtió este miércoles en el primer país de América Latina en legalizar la eutanasia, luego de que la Cámara de Senadores aprobara el proyecto de ley de Muerte Digna, tras un extenso debate que se prolongó por más de diez horas.
Durante la sesión, los legisladores del oficialista Frente Amplio manifestaron su apoyo a la iniciativa, al igual que algunos representantes de los partidos opositores Colorado y Nacional, lo que permitió alcanzar los votos necesarios para su aprobación.
El texto de la ley busca garantizar el derecho a “transcurrir dignamente el proceso de morir” y despenaliza la eutanasia en personas mayores de edad, psíquicamente aptas, que se encuentren en la etapa terminal de enfermedades incurables e irreversibles o que padezcan sufrimientos insoportables.
“Podrán ampararse a las disposiciones contenidas en esta ley los ciudadanos uruguayos naturales o legales y los extranjeros que acrediten fehacientemente su residencia habitual en el territorio de la República”, establece el documento sancionado.
A partir de su promulgación, el Poder Ejecutivo tendrá un plazo máximo de 180 días para reglamentar la ley. Además, dentro de los 90 días posteriores a esa reglamentación deberá conformarse la Comisión Honoraria de Revisión, que será presidida por el Ministerio de Salud Pública y tendrá la tarea de supervisar los procedimientos vinculados al ejercicio del derecho a la eutanasia.
La comisión estará integrada por representantes del Ministerio de Salud Pública, el Colegio Médico del Uruguay, la Universidad de la República y la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo. Según lo estipulado, deberá elaborar un informe anual destinado al Ministerio y a la Asamblea General, con el objetivo de monitorear la correcta aplicación de la nueva normativa.








