El principal señalado por el triple crimen de Florencio Varela, conocido como Pequeño J, compareció este viernes ante la Justicia de Perú en una audiencia clave donde fue notificado de su imputación, escuchó sus derechos y tuvo la opción de aceptar una “extradición simplificada” hacia Argentina, lo que hubiera acelerado el proceso. Sin embargo, Tony Janzen Valverde Victoriano decidió no acceder a esa posibilidad.
La determinación llegó luego de que solicitara unos minutos para conversar con su abogado personal. Tras el cuarto intermedio, comunicó que no aceptaba la alternativa. Fue entonces su defensor quien explicó la postura: insistió en la inocencia de su cliente y sostuvo que el joven regresó a Perú tras sentirse indefenso al ver su nombre en los noticieros argentinos. “Él tiene apenas veinte años, no cuenta con familia en Argentina y temió quedar sin asistencia legal ni apoyo en caso de ser detenido”, argumentó.

En paralelo, la Fiscalía solicitó la prisión preventiva, mientras que la defensa pidió que se le otorgara libertad con restricciones. Finalmente, el juez Cristhian Rafael Chumpitaz Pariona resolvió: “Se cumplen los presupuestos procesales para la detención preventiva con fines de extradición del reclamado Tony Janzen Valverde Victoriano”, y remarcó que existía riesgo de fuga, ya que podría abandonar Perú en cualquier momento para evadir el proceso iniciado a pedido de Argentina.
El abogado, por su parte, acusó que buscan encarcelar a su representado sin pruebas firmes y planteó demorar la extradición para que en el país requirente se aclaren los hechos. También presentó arraigos laboral, domiciliario y familiar para justificar el pedido de libertad: “Es un joven con mucho por aportar a la sociedad peruana, por eso apelamos al principio de humanidad”, señaló.
La audiencia comenzó con la lectura de los cargos en su contra. Según el juez, se le imputa haber participado en los hechos ocurridos los días 9 y 23 de septiembre de 2025 en una vivienda de la calle Chañar 702, en Florencio Varela, Buenos Aires. Allí, junto a otros cómplices, habría atacado a Morena Verdi, Brenda Loreley del Castillo y Lara Morena Gutiérrez con golpes, patadas y cortes de arma blanca que terminaron provocando sus muertes.